El odio que nos habita

 

Parece que en los últimos tiempos…

Yo no voy tanto a la iglesia, pero que se haya quemado Notre Dame me hace pensar en como toda la humanidad, todo lo que ha sido tocado por el hombre, puede desaparecer por un fuego simbólico, la inexistencia, la flama volcánica en el centro de una idea, de un deseo, de un error.

Parece que en los últimos tiempos…

Gaza destruida en una guerra interminable. Hamás e Israel en un conflicto que ellos creen épico, pero que solo mata a inocentes y nadie en el mundo hace nada para salvarlos. Las guerras son distorsiones absolutas de lo humano. Pero algún historiador me podría refutar: la guerra es la expresión de lo humano, de lo sórdido, la expresión del mal, del odio que nos habita.

Parece que en los últimos tiempos…

Muchos refugiados llegan a Alemania y Perú. Y aunque Alemania ha acogido a miles en los últimos años, hoy la discusión es: ¿deberíamos encarcelar a los ilegales o regresarlos a su país? Otra disyuntiva humana, política, el mundo se desborda por todos lados, ¿cómo va a terminar toda esta H I S T O R I A?

Parece que en los últimos tiempos…

Nos hemos vueltos más frágiles al tiempo que más despiadados. Si estamos destruyendo el medioambiente, ¿qué importa?, si discriminamos o somos racistas, ¡da igual! ¡si así somos todos! Nos hemos ido matando poco a poco, todo es un tormento y basta ver cómo despertamos todas las mañanas: lo primero que buscamos es el celular y allí empezamos a morir poco a poco.

No vivimos sosegados.

No vivimos libres.

Parece que en los últimos tiempos…

Solo nos quedarán árboles raquíticos y plazas sin palomas.

Que todos se enteren