Día del Orgullo: Artistas LGBTIQ ocupan las calles de Lima en videoclip
El videoclip del Orgullo LGBTIQ “Ser el grito” se estrenarà el 28 de junio (Dìa Internacional del Orgullo LGBTIQ) a las 00:00 horas a travès de las redes sociales de Eme.
“Nos hicieron creer que el silencio era una opción, nunca lo fue” ‘Ser el Grito’ es la nueva canción de Eme que se estrena en el marco del Día Internacional del Orgullo LGBTIQ y es la respuesta ante el sistema opresor homofóbico,
transfóbico y binario que busca anular la existencia de la diversidad en nuestra sociedad.
Ser el Grito
Doce educadores, activistas y artistas LGBTIQ fueron parte del elenco de este video que contó con 5 días de grabación en diferentes espacios públicos de Lima. El drag king Alezzandro, la activista trans Gahela Tseneg Cari Contreras, la poeta trans Michelle B. García, Yonel Nefe, Angel Cueva Quevedo, Berenice Colchado, Agatha Salvatierra, Brenda Carpio (La Chola Negra), Adriana Seminario (GordaLeca), Orlando Sosa, Alejandro Cabellero
Romero y Eme son quienes pusieron el cuerpo para ‘Ser el grito’.
Este video es un grito a que todxs nos atrevamos a vivir siendo plenamente libres y quienes somos. “Este video está creado, pensado, producido y dirigido por personas de la disidencia, que normalmente no son tomadas en cuenta para contar nuestras propias historias. La mayor diferencia de éste versus mis
anteriores videos es cuán libres nos hemos permitido ser, cuán poco nos hemos censurado, cuán transgresores y provocadores fuimos”, explica Eme, cantante y activista trans feminista a punta de salir en su segunda gira internacional (México).
Bajo la codirección de Esteban M. Marchand y Eme, la pieza audiovisual busca retratar el orgullo, coraje y fuerza que se necesita para salir fuera del molde y enfrentar el monstruo que la sociedad puede ser con las personas
disidentes.
“Decidimos retratar las emociones que una persona dentro del espectro LGBTIQ siente al salir a las calles de este país, de esta ciudad. El miedo, la incertidumbre pero sobre todo el coraje y valor que se necesita para ser marica en este país”, señala Esteban M. Marchand quien también es el director de fotografía.
La producción del videoclip estuvo a cargo de la activista feminista Adriana Seminario y contó con un equipo humano
de más de 10 personas en total.
Contacto
Youtube: Eme Oficial
Facebook: /soyememusica
Instagram: @soyememusica
Adriana Seminario 970807746 (Whatsapp debido a que estaremos de gira en México)
El domingo pasado mi esposa y yo fuimos a un concierto. Merian, mi cantante peruane favorite (así con “e”) se presentaba en un evento muy cerca a nuestra casa y era una oportunidad que no podíamos dejar pasar.
Llegamos cerca a las 7:30 al Galpón en Pueblo Libre y a los pocos minutos empezó el concierto organizado por el colectivo Diversidades Trans Masculinas – DTM para juntar fondos y armar el Primer encuentro nacional de Transmasculinidades, un evento tan ambicioso como necesario para una comunidad con problemas que la sociedad peruana no entiende, no quiere entender o prefiere no prestar atención.
La chispa inicial la encendió Antony Polisha, bailarinx y performer travesti que marcaba la línea de lo que sería el evento con su presentación. Su presencia tanto dentro como fuera del escenario nos dejaba claro que no estábamos en un evento convencional. Este era un evento donde los roles de género son cuestionados en cada detalle, en cada actuación, en cada canción y nos invitaba a todos a cuestionarnos la manera binaria en la que estamos acostumbrados a ver al mundo
Poco después, en el escenario, también a los pies de una enorme y orgullosa bandera trans se presentaba Tais Evan. Con 17 años, Tais, un chico trans, acompañado de Santiago en la guitarra nos cantaba temas propios y ajenos sobre cómo se ve el mundo desde sus ojos. En el público sus familiares llenos de orgullo tomaban fotos y grababan videos. Era la segunda presentación de la noche y ya estábamos frente a un momento tan conmovedor como importante. Un niño de 17 años había decidido cantarle al mundo que lo veía distinto, que amaba distinto y que se sentía distinto a lo que el mundo esperaba de él y que no aceptaba los roles que este pretendía imponerles. No estaba solo, tenía a su familia de su lado y a nosotros aplaudiendo su talento y valentía. Qué importante es la familia, qué importante es no sentirse solo.
Luego de los aplausos y las felicitaciones que Tais y Santiago merecidamente recibieron, se invitó a Angelina al escenario. Ella, vestida toda de blanco, interpretó “La muerte del cisne”, una obra de ballet clásico que tradicionalmente ha sido interpretada por mujeres cisgénero y que ella, trans, interpretaba como acto de rebeldía. Ella ha elegido esta pieza porque quiere que seamos testigos de la muerte de un ser hermoso. Vemos frente a nosotros los elegantes y dolorosos esfuerzos del cisne por resistir, sin éxito esta vez, a la muerte. “Resistir, compañeras”, a ello invita Angelina, y lo hacía no solo con sus movimientos de ballet sino levantando la voz, reclamando a esta sociedad que las deja morir porque prefiere verlas muertas antes que diversas, antes que cuestionar sus básicas y mezquinas interpretaciones binarias de la vida. “No lo lograrán, no podrán” dijo, y le creemos y estamos con ella.
Para ese momento el público, algo menos de 100 personas que habíamos llenado los asientos del local, estaba contento y entusiasmado. Hábilmente, Seb Marallano, compañere trans integrante de DTM que hacía las veces de presentador, nos invitó a un break y a comprar pines, stickers, chelitas o pan con palta, porque muy bonito todo pero no debemos olvidar que es un evento profondos y que el objetivo es traer a 10 compañeres trans de otras ciudades al Primer Encuentro Nacional de Transmasculinidades en Lima.
Compré una cerveza y me puse a un costado para observar el momento y las personas que eran parte de este escenario. El mundo del arte binario se me hace entonces insoportablemente aburrido, monótono y sobretodo injusto. ¿Qué mensaje valiente puede tener un hombre cisgénero en el escenario cuando lo comparas con alguien que hace arte en un mundo donde día a día hay que sobrevivir primero? ¿Qué nueva visión del mundo, del amor y del odio, de la vida y de la muerte puede aportar la hegemonía heterosexual impuesta desde hace tantos años? Con ella se nos educa y se nos evalúa desde que nacemos, quien no responde a su estructura y a los roles que se nos asigna, se reprime o se asesina.
Incluso las canciones de siempre toman otro sentido, otro matiz cultural, y se convierten en algo nuevo cuando las interpreta una persona trans. Porque son otra historia, una que no nos hemos permitido conocer. La riqueza de la diversidad está ahí también, en poder mirar al mundo con otros ojos. En un mundo que se condena a la monocromía de lo binario, es un crimen habernos negado tantos colores
Nuevas canciones
Era el turno de Marina Kapoor y Almendra Pamela. Marina, famosa por su participación en Los Cuatro Finalistas -programa concurso de TV- subió al escenario poco después de que Almendra, modelo y guitarrista profesional, sorprendiera a todos con una versión acústica de Bohemian Rhapsody, el clásico de la banda británica Queen.
Listo el dúo sobre el escenario, Marina cantó una canción de Leo Dan que le recuerda a su abuela, se la dedicó a ella por todo el amor que le dio desde siempre hasta sus últimos días. Reconocí la canción cuando empezó, sonaba también en mi casa cuando yo era un niño. En la voz de Marina era una canción diferente, casi una canción nueva. La canción ya no decía lo que siempre dijo
“Siempre estoy pensando en ella Pensando que hará Siempre estoy rogando que vuelva Mi llanto a calmar”
En esta presentación Marina insistió en recordarnos que las personas trans no viven, sino sobreviven. La violencia transfóbica no solo las arrincona en un par de profesiones -impidiéndoles hacer carrera en lo que les provoque como cualquier ciudadano- si no que las mata y de muchas maneras. No solo es asesino el odio particular de una persona transfóbica, también lo es la transfobia de la sociedad y el Estado que las limita en sus posibilidades de desarrollo, las empobrece y luego les niega la atención médica que les corresponde dejándolas morir.
Nos queda corto hasta el lenguaje para hablar del mundo diametralmente distinto que nos entregan. No es un mundo nuevo, es un mundo que siempre estuvo ahí, aunque invisible entre las sombras como condena. Ese mundo hoy se hace visible y reclama su espacio. El sol saldrá pronto para todes. ¿Por qué habría yo de referirme a elles en binario y hacerlo además en nombre del rey?
“Pero bueno, no nos pongamos densos” repetían varies de les artistes que se presentaron esa noche luego de dar sus manifiestos. Entre aplausos emocionados y combativos se despedían del escenario dejando libre el espacio para la siguiente presentación.
La peruanidad en el arte trans
AlezzAndro es un drag king que se ha hecho ya de un espacio en la movida de las fiestas y del drag limeño. Gana nuestra atención con pasos de baile al ritmo de un mix que va desde Yma Sumac hasta el Tic Tic Tac de la Joven Sensación. Su talento, su gracia y su simpatía nos sacan a todos una sonrisa. Su energía hace aún más alegre la noche. Vestido de negro, se adorna con un manto tejido peruano y pienso: para estar orgullosos de ser peruanos es más importante que reconozcamos la diversidad de nuestros ciudadanes antes que la de nuestra comida. Llegará el día en que a ningún peruano se le nieguen sus derechos y ese día conoceremos de verdad el orgullo.
Había llegado la hora de la presentación que me llevó al Galpón este domingo: Merian.
Conocí a Merian en el evento “Juntos porque la memoria no nos falla” donde acompañada por Ruth Torres en la guitarra nos dejaron a todos con la boca abierta por la potencia de su interpretación, de su mensaje y de su presentación en vivo. No necesitó más recursos que su voz, su cuerpa y las seis cuerdas de Ruth para prenderse de nuestra memoria y nuestros corazones. Merian es cantante trans, “transfeminista en deconstrucción” según su cuenta de instagram y es también activista #orgullosamentemarica como suele decir en sus conciertos
Las presentaciones de Merian son más que música y entretenimiento, son un acto político. No crean que lo político le resta alegría a sus presentaciones, Merian es una persona muy simpática y su show es de los más entretenidos a los que he tenido oportunidad de asistir. Merian logra entretener, emocionar y hacer pensar. “Pensar es altamente femenino / Mañana es tarde y el tiempo apremia” nos dice al interpretar Mujer, tema que escribiese la venezolana Gloria Martin y que hiciese famoso la mexicana Amparo Ochoa. Helen Zamudio en el bajo, Ruth Torres en la guitarra y Laura “Rulos” Vidaurre en la percusión acompañan las melodías de Merian y los cantos al amor y a la libertad.
Una presentación en vivo no debe quedar solo en los ojos y en los oídos, debe quedar en la memoria y en los corazones. Merian nos tenía una sorpresa, Amapola, una canción de amor del ahora cristianísimo Juan Luis Guerra. A mitad de la canción Merian invita a quien quiera cantar que se acerque, se pone a un lado del escenario, la gente se mira y al rato aparecen les valientes. Marina Kapoor rompe el hielo y asume, luego les amigues, las parejas, solos y en mancha salen al frente a cantar.
“Una Amapola me lo dijo ayer Que te voy a ver Que te voy a ver Y un arcoiris me pintó la piel Para amanecer contigo”
Las palmas, las sonrisas, las alegrías. Volteo a ver a les compañeres, veo a todes felices, enmocionades y felices, me contagian de su entusiasmo y su alegría. El tiempo, sin embargo, es siempre tirano y los vecinos son unos quejones cuando hay fiesta los domingos “hay que cuidar el espacio que nos han prestado con tanto cariño”, nos dice Merian antes de despedirse con una última canción.
El Chilalo y su canto libre
Merian cuenta que “El Chilalo” es un ave que hace su nido de barro, que vive en el norte del Perú, que canta siempre a las mismas horas y que, por eso, son los relojes del campo, que cuando “El Chilalo” está en cautiverio se muere y que de esa ave trata el tema escrito por Chalena Vásquez que interpretará a continuación.
“¡Su canto es un… y que lo sea siempre carajo… canto libre!
No se si todos ahí fuimos conscientes del momento del que estábamos siendo parte. Yo creo que es el punto de partida para muchas cosas interesantes que transformarán y harán más saludable a nuestro país y ojalá al mundo.
No recuerdo cuándo fue la última vez que sentí eso en un concierto. Salí de ahí con otra energía y con mil preguntas más de las que ya tenía sobre los efectos nocivos del machismo que se nos embute todos los días. Me alegra muchísimo haberme reencontrado con esa fuerza imparable del arte valiente en la noche del domingo pasado.
Terminamos nuestra cerveza, subimos al taxi cansados y felices, somos dos personas distintas las que regresan a casa esta noche. Gracias.
Tomar Control es una banda hardcore femenina que viene apareciendo en varios carteles de conciertos peruanos. Han girado por Chile y Argentina y así han llevado sus temas -feministas, veganos y ‘straight edge’- a espacios donde pocas bandas peruanas han llegado. Sueñan con hacer pronto una gira europea y siendo una banda que se jacta de ser ordenada, activa y disciplinada es muy probable que pronto lo estén cumpliendo.
Nos reunimos un domingo luego de su ensayo y tuvimos esta conversación:
Malena: Mira, en la escena hardcore, siempre ha sido bravazo. En cada show hardcore que hemos participado siempre nos hemos sentido superbienvenidas. Pero llegada la hora de explorar otros escenarios, otras escenas, hemos tenido suerte de encontrar aunque sea un grupo pequeño que escucha hardcore, nos conoce, y se para adelante a poguear las canciones. Y los que no nos conocen o nunca han escuchado hardcore, no están tan acostumbrados al sonido de repente, se quedan, tal vez escuchando. Nunca hemos sufrido bullying en vivo pero si nos ha pasado que mientras tocamos la gente se quede mirando y lo entendemos perfectamente porque es gente que no está acostumbrada al sonido del hardcore. Lo importante es que mientras tengamos a una persona que nos escucha en el show todo está bien porque por lo menos a una persona vamos a llegar.
¿Cuál es el objetivo musical de Tomar Control?
Carmen: Llevar el mensaje del hardcore. En el hardcore encontré algo que no encontré en el punk. Aquí veo feminismo, veo luchas y mensajes. El mensaje es muy importante y que llegue a todos lados. No importa si son 10 o 100 personas lo importante es que llegue. July: La música es una herramienta y eso es algo que muchas bandas olvidan. Algunas incluso empiezan con mensaje y en el camino lo dejan o se olvidan porque importa más tocar en más conciertos o para no chocar con el público al que el mensaje no le pueda gustar. A la banda nos importa mucho el mensaje, divertirnos y llegar a más lugares.
¿Cuáles son las luchas de Tomar Control?
Malena:Hay diferentes luchas, todas somos distintas, hay de todo. Carmen: En nuestra banda hay diferentes mensajes. Algunas somos ‘straight edge’, algunas somos veganas y todas respetamos las luchas de todas. Dahlia: Yo ya no soy ‘straight’. Pero lo fui cuando conocí el hardcore. Me gustó encontrarme con una escena que tenía tanto que decirle a los jóvenes. Llevar ese mensaje contestatario, antisistema, y sin autodestrucción me gustó. Ser ‘straigth’ es vivir sobrio y sin drogas. July: Yo no era feminista; Malena sí y Luchita -la anterior baterista de la banda- era recontra feminista. Pero llega un momento en que el feminismo lo tienes en tu cara y empecé a averiguar y educarme y me di cuenta que si era necesario hablarlo y asumirlo. Me hice feminista en el 2017.
¿Qué significa ser feminista?
Malena: Hay un momento en la vida de casi todas las chicas que ven tantas parodias, tantas burlas, tantos memes en internet que les da miedo decir que son feministas. Creen que las feministas odian a los hombres, que quieren que se mueran mi papá y mi hermano (risas). Cuando ves tanto odio a un movimiento que no conoces tal vez te retraes. Tuve la suerte de encontrarme con amigas que me hicieron ver que el feminismo es una herramienta necesaria tanto para chicas y chicos para tumbar al patriarcado. Tomé el feminismo, lo abracé, y ahora amo el movimiento, amo a todas las chicas que se consideran feministas y a las que no, las entiendo y estoy segura que si todos investigamos y leemos el mundo sería mejor. Hay que anotar que en la escena no solo hay mujeres haciendo música: hay mujeres en el público, en el sonido, haciendo fanzines, hay mujeres en todas partes. Hay una minoría de mujeres haciendo música y haciendo de todo en la escena: todas inspiran a que más mujeres quieran hacer cosas.
¿Sienten que su discurso ofende?
July: Cuando hablamos de feminismo hay gente que se siente atacada sobretodo algunos hombres. Piensan que tenemos algo contra ellos, que odiamos a los hombres o lo toman personal. Carmen: Sí, hay gente que lo toma personal, empieza la controversia, salen los memes, empiezan a trollear en redes. (Risas) July: Sí pero no nos afecta.
¿Recuerdan algún concierto con especial cariño?
Malena: Cuando tocamos en las “Noches de Lima”, un evento de la Municipalidad en la plaza San Martin con miles de personas en el público nos solidarizamos con las trabajadoras de limpieza que estaban protestando. Aprovechamos el espacio para decir eso y luego para hablar de los feminicidios, incluso tocamos con nuestra pañoleta verde porque justo era el pañuelazo en Argentina por la legalización del aborto que es un tema super sensible, super fuerte. Pero teníamos que aprovechar ese momento para decirlo. Entonces ya nos imaginábamos que nos iban a pifear, a gritar asesinas aborteras, pero ya, qué importa, vamos a decirlo. Pero la gente lo recibió nuestra presentación de manera positiva. Hubo gente que seguro no le gustó, pero la mayoría de gente aplaudió, se sumó, las chicas que estaban atrás se pasaron para adelante. Fue hermoso. Si pues teníamos miedo pero teníamos que decirlo. Carmen: Cuando bajamos del escenario unas señoras se nos acercaron a decirnos que les gustó mucho. Igual en un concierto en una fundación una señora que trabajaba ahí nos pidió ir al baño para poder tomarnos una foto porque le gustó nuestra presentación y desde ahí siempre nos escribe.
Dahlia: Yo empecé en la escena punk, yendo a conciertos. Luego pasé por la escena metal y al final llegué a la escena hardcore. Me gustó mucho que sean gente solidaria, no te dejan, te ayudan. A diferencia de otras escenas donde hasta parece que disfrutaran maltratarte. July: En la escena rockera aún falta decir algo. Está bien pasarla bien y tocar. Son pocas las bandas que hablan sobre política, violencia de género, no hay eso en la mayoría de la escena rockera. Cosas que si vemos en la escena más underground o punk. Malena: La música es fuente de entretenimiento. Pero al mismo tiempo es también una oportunidad de decir algo. Somos poquísimas las personas que podemos pararnos en un escenario y decir algo. Si tú te vas a parar en un escenario y lo único que quieres es entretener a la gente y bailar, todo está bien, perfecto, pero si pudiesen darse la oportunidad de tomar aunque sea solo una de las canciones de su setlist para decir algo que todo el país necesita, sería genial. Somos un país en crisis política, crisis de feminicidios, te puedes parar en el escenario y decir algo de lo que está pasando. Carmen: Ahora cuando voy a conciertos veo gente nueva y ya no hay tanto mensaje político. Hay puro ego. Personas en redes peleando por quién es más vieja escuela, nueva escuela, los memes, quién fue más, quién fue menos, quién ganó a quién, por qué abres tal show, por qué compartes escenario con esa banda que no lo merece. Cosas así. Dahlia: Es que ahora hay redes sociales pues. Antes nadie se metía contigo, nadie te decía nada, eras libre, no hacían bullying. Se han olvidado de los mensajes que una banda debe tener.
¿Le han hecho bullying en redes sociales?
July: Sí pero casos aislados. Malena: Son muy pocos. Antes reaccionamos, con el tiempo ya aprendimos que es mejor no responder. July: Lo que hacemos es concentrarnos en la gente que nos apoya, que tiene comentarios positivos.
¿Para ser integrante de Tomar Control hay códigos estrictos?
Todas: Uuuuuuf…. debates, peleas, todo. (Risas) July: Tenemos debates y discusiones sobre ser ‘straight edge’ que se ponen intensas pero no son peleas. Cuando vino Dahlia solamente le explicamos que la banda tenía diferentes temas que tratar, veganismo, feminismo, y varios más. Lo importante es que todas estén de acuerdo con lo que dice la banda. Carmen: Que nos llevemos bien y bueno, que haya química.
Ficha técnica: Tomar Control Malena Malloy – Guitarra July Salazar – Voz Dahlia Odd – Batería Carmen Rosa – Bajo
Los discos de Tomar Control son: Lo que llevamos dentro (2015) Nunca más callar (2019)
Hace poco viajé a Trujillo para presentarme con mi banda Diazepunk luego de ocho años. En nuestro concierto se presentaron Mr Pucho, Sour y Verano del 83 de Trujillo; Andariel de Chimbote y Las Ratapunks de Cajamarca, y desde Lima Riviere. Entrevisté a tres de las bandas con las que compartimos escenario esa noche para entender un poco cómo se mueve la escena independiente en el norte del Perú.
Cuatro mujeres punks
Las Ratapunks son una banda punk de Cajamarca conformada por cuatro chicas. Para el concierto en que nos juntamos en Trujillo cantó Irma, la baterista, que en algún momento en los inicios de la banda fue vocalista. La batería la tocó Jahizuno, de la banda Yo estuve en Japón, siendo el primer integrante masculino en participar en el cuarteto. Irma reemplazó a YK (Yeka), la vocalista oficial que, trabajando en Arequipa, no tenía cómo escaparse para llegar a la tocada. Wendy en el bajo y Kiara en la guitarra fueron las únicas que no cambiaron su lugar en el escenario esa noche. El cambio no fue notificado a la producción por temor a perder la oportunidad de participar en el concierto. A pesar del desorden en la formación, el show mantuvo la esencia, la fuerza y el carisma que esperábamos quienes conocimos a la banda por los videos de Sawá sesiones en youtube. Las Ratapunks son cuatro chicas que se conocieron en los conciertos de la escena punk de Cajamarca. Un día, sin mayor experiencia musical que unas cuantas notas, cogen guitarras para subir a un escenario y sueltan su rollo en público. Es curioso: las chicas admiten haber aprendido a tocar en el escenario y, cuatro años después de su fundación oficial, no se reconocen aún como músicos. Su propuesta es subirse al escenario y soltar en una canción todo lo que les provoque expulsar: “Quien tenga ganas de tocar y decir lo que le viene en gana debería mandarse y decirlo” sugiere Kiara, guitarrista de la banda. Ser mujeres puso mucha atención en ellas y eso tiene pros y contras. Si bien les ha abierto las puertas de la escena y las hace reconocibles y distintas en una escena mayormente poblada por bandas de hombres, les ha conseguido un número importante de ‘haters’ atentos a cada error que cometen y dispuestos a usar esos errores como argumentos para que no se les conceda escenario. En un país tan machista como el nuestro, sostener un show tan potente en el escenario es, por definición, un acto de rebeldía. Sin embargo, no se definen como una banda “feminista”. Las Ratapunks consideran vigente el discurso feminista y se sienten cercanas a él, pero se les hace pesada la etiqueta. “Más que la etiqueta de feminismo, comprendemos la situación desigual de la mujer en la sociedad. Es evidente, habría que estar ciego para no verlo. Pero con la movida hay ciertos puntos en los que nos cuesta coincidir”, comenta la guitarrista.
Como muchas bandas independientes del país, ellas mismas autogestionan sus conciertos y venden copias sencillas de sus discos en ferias y así sostienen su propuesta, aunque esto les limita el acceso a grabaciones profesionales o impresiones de mejor calidad. ¿Y si algún día sus canciones suenan en la radio?, pregunto curioso, ¿qué harían? Y ellas responden sorprendidas: ¡¡Qué valientes!! Y eso porque su propuesta no está dirigida aún a ese tipo de masificación. A pesar de sus limitaciones musicales y la poca fe que parecen tenerse, Las Ratapunks es probablemente la banda femenina de punk con más potencial en el país. No dudo que con el tiempo y la constancia, puliendo y redondeando su propuesta, podrían llegar lejos. Habrá que verlas en unos años.
Dreampop trujillano
Verano del 83 es una banda particular no solo por sus seis integrantes sino por la cantidad de recursos musicales en el escenario: distintos teclados profesionales y de juguete; y un ukelele, guitarras, bajo y batería.
Conversé también con Hanny (voz y guitarra), Alison (teclado) y Christy (bajo)
¿Cuál es su género? Hanny (voz y guitarra) define a Verano del 83 como una banda de ‘Dreampop adolescente’ y creo que el título define bien lo que proyecta su música. Verano del 83 te hace sentir bien, su presentación calma la ansiedad del común de presentaciones de rock, su música genera un ambiente nostálgico con sonidos que recuerdan a los 80 y sus letras hablan de quererse y ser amigos. Verano del 83 es una banda que, sin miedo, pone de nuevo en valor la ternura abandonada por los estereotipos rockeros.
La banda ensaya mínimo una vez por semana y se esfuerzan en tener una presentación cada fin de semana. “La escena no está muerta si no la dejan morir”, responde Hanny a la sensación de frustración y decepción que muestran algunos músicos al hablar de la crisis por la que pasa la escena trujillana, donde es normal que los locales cancelen fechas sin mayor aviso.
Como en todo el Perú, las bandas que se mantienen haciendo música son la vanguardia y la resistencia a la poca y esporádica atención del Estado y el desinterés de los medios de comunicación por las apuestas locales. Los Verano del 83 resisten a esta tendencia y promueven conciertos, discos, videos, canciones, y demás productos culturales. La banda ha firmado con el sello Emma’s House Records de México y ha llevado sus canciones por México, Argentina, Rusia y Japón entre otros países.
Micky Bendezú fundador, manager y productor de la banda, con quien no pudimos coincidir para la entrevista, fue mencionado varias veces por sus compañeras. Todos reconocen que su gestión permite a la banda tener un lugar en medio de las limitaciones de una escena como la trujillana. Los equipos de sonido que ha ido comprando facilitan a la banda no solo armar conciertos con rapidez, si no también involucrarse en otros eventos y fortalecer relaciones con otros productores, incluso de otros géneros musicales tan distantes como el ‘grindcore’.
Esto es importante: en una escena como la de Trujillo es necesaria la unidad y superar las insostenibles distancias impuestas por la tradición y los géneros musicales para congregar a un público acostumbrado a los festivales gratuitos de cervecerías y empresas de telefonía o a las bandas de covers que llenan los bares de la ciudad.
Además, y no por eso menos importante, el público de estos conciertos aporta con su presencia y es positivo dejar de lado prejuicios y escuchar todas las propuestas de la ciudad: newmetal, punk, grindcore o dreampop adolescente. El espectador se reconoce en ellas y en ellas a su escena. “El hecho de hacer conciertos y mezclar todo ha hecho que nos unamos más, como bandas, como escena acá en Trujillo”, comenta Christi. Las salas de ensayo son el punto de encuentro para las bandas de Trujillo. Allí se aprende a tocar y a gestionar. Se pasan horas en la sala no solo ensayando sino conversando con otras bandas, compartiendo tiempo y también algunas cervezas, pero “nunca tan destroy” aclara Alisón.
El video de Amigo publicado el año pasado les abrió muchas puertas. Llamó la atención de la Alianza Francesa y luego de la municipalidad y empezaron a llamarlos para sus eventos. El público empezó a pedir el tema y cantarlo en las presentaciones en vivo y eso ha servido como aliciente para seguir en esta difícil aventura. Verano del 83 se toma en serio esto de la música, es mucho lo que sacrifican para poder mantener viva la banda, entre ensayos, presentaciones, la familia, el trabajo y los estudios casi no quedan horas siquiera para dormir, de ahí seguro que sean una banda tan disciplinada y capaz de atreverse a soñar con el mundo: cualquier otro objetivo sería mezquino con su esfuerzo y las bondades de su propuesta.
La situación de Mr. Pucho
Casi saliendo para el aeropuerto pude sentarme un momento a conversar con Kri (guitarra) y Pancho (voz) de la banda trujillana Mr. Pucho. La banda viene de los conciertos “de la escena” pero ha logrado abrirse las puertas de festivales con bandas de Lima y financiados por empresas grandes de cerveza y telefonía. La estrategia se la deben a su manager, Sharon, quien además de vestirlos y uniformarlos para destacar de las demás bandas, les propuso tocar gratis en todos lados donde se les llame durante un año. “Donde levantes una piedra ahí debe estar Mr. Pucho”, comenta Pancho para describir la estrategia.
Una vez que la banda y sus canciones se hicieron un poco conocidas empezaron a buscar espacios donde se reconozca económicamente su trabajo como músicos. Así llegan a los festivales con canciones que se mueven entre el reggae, el ska y el punk. Son una de las bandas independientes más reconocibles de la escena trujillana y eso se debe a muchos años de esfuerzo, ensayo y trabajo.
Mr. Pucho reconoce también la crisis de espacios para conciertos: “Antes teníamos Chasca, Bohemios, locales donde diversos promotores hacían conciertos cada fin de semana y se oxigenaba la escena”. Lo que falta es difusión. La noche del concierto una cervecería hacía el Oktoberfest y la legendaria banda trujillana Extraño Deseo celebraba 25 años. Es decir, oferta hay, pero: ¿cómo amplificar la difusión? ¿Cómo aumentar la demanda? Nadie consume lo que no conoce. Como escena, ese es el próximo paso, y para darlo de manera efectiva necesitan trabajar en conjunto bandas y público, construir complicidad para crear los medios que no hay, y así amplificar la voz y las fuerzas. Un ejemplo son las Sawá sesiones que tanto han hecho por la difusión de la música en Cajamarca.
Los Mr. Pucho aspiran a la internacionalización y trabajan con ese norte. No son una banda a la deriva, se piensan, se entienden, se construyen y dejan cimientos a su paso. Hay que estar atentos a los Mr. Pucho que vienen siempre con cosas interesantes como el videoclip de Why? you know, una grabación de 24 horas encargada a los chicos de Pasaje 18.
Regresé a Lima contento de encontrarme en Trujillo con distintas bandas y propuestas que dejan la sensación de que en las escenas de Cajamarca, Chiclayo y Chimbote abunda el talento y el entusiasmo, pero queda claro que esa energía necesita de espacios y articulación para seguir avanzando.
El norte no espera, el norte propone y actúa. Estemos atentos.
Hace diez años en la feria del libro de Frankfurt, un experto alemán predijo que para el 2018 el libro como objeto cultural sería obsoleto y habría desaparecido. Pero lo que yo veo en a feria del libro más grande del mundo es lo contrario: una exagerada de reproducción del libro como objeto en todas formas en sus infinitos anaqueles, casi borgianos. Y me pregunto: ¿Qué hace que un libro sea ‘bueno’? ¿Qué factores usamos para calificar a un libro de ‘malo’?
Algo que salta a la vista en la feria del libro de Frankfurt es la exagerada publicación de libros de autoayuda: en librerías comerciales ya toman una buena parte del espacio. Y los títulos extrañamente no difieren mucho entre sí mismos. Cojo tres al azahar: “La última lección” de Randy Pausch, “En busca del sentido” de Victor Franki (este jugando descarado con Proust) y uno más para darle sentido al ejemplo “Siete hábitos de gente altamente afectiva” de Steve R. Covy. Lo que veo en estos títulos es que se asume que el lector está perdido, desesperado, y al comprar uno de estos libros reconocemos que nuestra visión del mundo es errada y que necesitamos que alguien nos diga qué estamos haciendo mal.
¿Qué podemos hacer mal en nuestras vidas? Pues no tener éxito en el trabajo, en la universidad , en el amor, en general, en los hábitos del capitalismo que dominan el mundo actual. Ante esta crisis, el fracaso nos obliga a buscar un cambio, un desarrollo de ciertas habilidades para lograr lo que quieres. Y en este fenómeno entra a tallar el negocio de la autoayuda.
Y creo que la frase del novelista Aldous Huxley es precisa para explicar lo que sucede: “No hay mayor negocio que vender a gente desesperada un producto que asegura eliminar la desesperación”.
¿La autoayuda tiene buenas intenciones? Tal vez. Pero sobre eso no radica lo importante: la autoayuda es un negocio y funciona como tal y no tiene absolutamente nada que ver con la calidad literaria o con la belleza y valor cultural de un libro como producto de conocimiento. Lo que importa son las ventas.
Es decir: ¿Realmente alguien puede ayudarnos a sobrellevar nuestra crisis existencial con 25 consejos prácticos? Respira, si sientes nervios; haz yoga, si últimamente vives tenso; recuerda algo feliz cuando la tristeza te domine. Acompañar a un amigo en sus penas es lo más saludable en estos casos, pero ello no significa que su tristeza se esfumará de la nada. Los únicos que podemos saber cómo sobrellevar la vida somos nosotros mismos. Me parece arrogante pensar que si escribo un libro esté ayudara a mil personas por igual a encontrar su centro emocional. Tal vez por eso los que se dedican a buscar cosas más esenciales a través de la escritura no acceden a grandes editoriales y están resignados a hacer otra cosa para poder vivir.
Entonces, es prudente hacer la diferencia de calidad entre los libros de calidad y de no calidad. Con esto respetamos a los que aún intentan mantener con vida a la esencia del libro por sus verdaderos orígenes como generador de conocimiento en todas las disciplinas académicas. La autoayuda puede estar muy bien escrita (hoy existen profesionales que escriben en perfecta forma pero vacío fondo), pero esa no es la única condición para hacer de un libro una cosa bella.