Chingana suele ser un término de bastante interés por dos razones: 1) nos cuenta de procesos dentro de lenguas en un mismo territorio y, en este caso, de préstamos entre las mismas; 2) nos remite a situaciones que se empezaron a ver en la Colonia temprana, una vez que el denominado sistema de reciprocidad andina perdió vigencia dentro de la organización del territorio.
EL TÉRMINO
El término chingana, palabra que suele usarse para hacer referencia a los lugares de mala muerte donde las personas van a gastar su dinero en alcohol, tiene un origen quechua. Proviene de la raíz <chinka-> que significa perderse y del sufijo concretador <-na>. Su significado sería “lugar donde uno se pierde”. Otra versión de esta traducción sería “laberinto”. Esta es, justamente, la etimología que propone el lexicógrafo Rodolfo Lenz: “taberna ordinaria, casa de diversiones de jente baja [sic], a menudo especie de burdel” (1910: 299).
Su forma no es opaca y su significado tampoco: esto quizá sea evidencia de su reciente introducción en nuestros diccionarios. En este sentido, el significado que adquiere proviene de su uso metafórico. Puntualmente, del hecho de que este es un lugar donde las personas van a perderse. Con esto, además, deja fuera cualquier versión que busca el origen de esta palabra en el territorio chileno: ahí se asocia a una fiesta “que se celebra en tal establecimiento con cantos i [sic] bailes populares” (1910: 299), pero por las fuentes y por la etimología es fácil descartar estas teorías. En primer lugar, sería una fiesta tardía al término acuñado y sería más esperable que dicha fiesta utilizará al aimara como lengua fuente, y no al quechua.
LA COLONIA
El término parece ser acuñado en la Colonia. Época en la que un gran número de habitantes del territorio andino se dedicaron al alcohol y a beber chicha. Esta situación parece que estuvo motivada principalmente por la caída del régimen de reciprocidad que se practicaba en este territorio. Al servir como mano de obra únicamente, el vínculo con los ayllus se debilitó y les quedó tiempo para dedicarse a la bebida. El número de consumidores aumentó y con ellos estos lugares. Asimismo, estás son épocas en las cuáles surgen las diversas historias sobre ciudades en la selva peruana. Dichas historias tenían como objetivo embarcar a un gran número de ex colonos que, luego de la Conquista, se quedaron sin un trabajo específico y con los nativos que sufrían del desamparo económico desde que los españoles se instauraron en nuestro territorio.
Bibliografía
LENZ, Rodrigo
1910 Diccionario etimológico. Universidad de Chile: Santiago de Chile