La moda de Leslie Shaw

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“El rock ya no está de moda” dijo Leslie Shaw. Me he tomado el tiempo de leer comentarios y opiniones y lo primero que debo decir es que de ninguna manera la opinión de Leslie o de quien sea es razón para responderle con insultos machistas, sexistas y misóginos.

Dicho esto…

La moda no depende de gustos masivos espontáneos, depende de las campañas millonarias en medios en las que las corporaciones musicales invierten para dirigir el gusto de la gente hacia sus artistas. De ahí que los catálogos de las radios nacionales y los gustos masivos del país coinciden en los artistas de Sony, Warner y Universal.

En la experiencia con el punk melódico local, escena de la que llevo 20 años formando parte, no ha sido distinto… el “Chikipunk” existía bajo la superficie. Cuando el género llega a la radio peruana llega con bandas de afuera: Blink 182, Sum41, The Ataris, previamente de Green Day y Offspring y posteriormente My Chemical Romance, Jimmy Eat World, etc. En una radio pequeña de Lima sonaba de vez en cuando Wirito de 6 Voltios por lo simpática que le resultaba la letra a algunos dj´s. Cuando todo eso llega el género ya se difundía en las tiendas de Galerías Brasil y otros espacios rockeros construidos décadas atrás, también en mp3 por Ares o Emule, en los foros de internet, entre las comunas o páginas como 23punk.

Pasamos de bares pequeños a conciertos más grandes y eventos sold out sin que nuestra música suene en las radios.

El punk melódico seguía siendo de lo que menos se escuchaba en el país. Por el lado comercial sonaba Líbido, algunos temas de Pedro Suarez Vertiz, La Liga del Sueño, Mar de Copas, Zen y varias bandas más disputaban lo que la radio dejaba todavía para artistas locales.

El rock que yo conozco es más que una moda pues siempre se ha construido con autogestión, con mucho esfuerzo. He viajado tocando y produciendo por el norte y por el sur del país y puedo dar fe de que el ímpetu rockero sigue vivo, se renueva constantemente y es muy fuerte.

El rock es una tradición, una subcultura, no una moda. Es rebelde y prefiere siempre sostenerse en su trabajo antes que besar zapatos para lograr ser el ripio en el catálogo de alguna transnacional.

No es la primera vez que alguien se sostiene del género de moda para anunciar la muerte del rock ¿Y ahora dónde están?
Nacionales e internacionales coquetean con el género urbano. Larga es la lista de artistas peruanos que mutan según lo que esté de moda y tienen una carrera mediática basada en cualquier cosa menos su música… otros ni la mediática logran y viven de interpretar éxitos ajenos de antaño. Que un género esté de moda no significa que quien lo practique se hará famoso.

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Hay que mirar bien dónde está parado uno antes de gritar que “el rock ha pasado de moda” pues muchos de los rockeros o ex rockeros que se han alineado con Leslie están haciendo carrera solamente en espacios rockeros y por más que coquetean a lo más mainstream sin ninguna vergüenza, en los espacios del género Urbano… no aparecen.

No sorprende entonces que Leslie algún tiempo atrás haya querido hacer rock también, ahora que las corporaciones tienen el ojo en otros ritmos es probable que ella sienta la necesidad de reubicarse con los comandos corporativos de la música. Es probable también que anunciar la muerte del rock sea solo una estrategia para ponerse en boca de alguien.

Ojalá que ahora que va de la mano de Sony si le ligue …y pronto, antes que sea ella quien pase de moda.

Mientras tanto un playlist con rock que sigue sonando en todo el Perú

La nostalgia de Estambul

Cuando pienso en Lima, la palabra caos es la primera que aparece en mi mente. No me alegra que una connotación negativa sea la que me relaciona con mi ciudad. Pero gracias a Ohran Pamuk (premio nobel de literatura 2006) y su libro ‘Estambul: ciudad y recuerdos’ he podido darle la vuelta a esta idea a través de una pregunta: ¿qué representa la palabra caos para los limeños?

El caos empieza en la confusión y puede ser una fuente de amargura o tristeza. Y esta diferencia de conceptos/emociones la explica Pamuk cuando camina por la derruida Estambul, viendo restos del Imperio Otomano conviviendo en la vida urbana, y piensa: ¿cómo puede ver belleza en una ciudad tan destruida? Y para responder esto el escritor turco se pregunta: ¿de qué manera los valores naturales y los placeres de una ciudad se vinculan con el interior de sus habitantes?

Para esta idea, Orhan Pamuk mira a la Estambul de sus recuerdos y y rememora sus paseos en el Bósforo, los restos de basura y frutas en la calle; a las bellas mujeres que pasean con velo y vergonzosas entre la gente; a las madres jóvenes que caminan a duras penas tirando de tres niños; a los vendedores de roscas de pan, a médicos, abogados y maestros con sus mujeres y niños…

Entonces, si pensamos Lima bajo estos códigos (y podemos poner por un momento de lado la destrucción política, si eso es posible), pienso en los ceviches del mercado de Jesus María, las palomas en el museo Larco de Pueblo Libre, la brisa de La Punta, los chaufas de la avenida Aviación, el color del malecón de Barranco en verano, el gris fresco de la avenida Salaverry en otoño… y todo eso, todo eso es bello.

Según Pamuk, podríamos sentirnos orgullosos de esa melancolía de Lima, aunque yo le diría a Pamuk: a veces es muy difícil disfrutar de estas cosas de la ciudad cuando se piensa en la criminalidad que nos agobia a todo nivel.

Y tal vez aquí radica el origen de la amargura de la Lima moderna: todos nos sentimos tristes por el destino inevitable de la ciudad.

Lima es como una ventana llena de vaho.

Ohran Pamuk te ayuda a amarla desde allí.

Ficha:

Autor: Ohran Pamuk

Libro: “Estambul: ciudad y recuerdos”

Año: 2003

Idioma original: turco

Edición recomendada en español: Editorial Circulo de lectores