Christian Acuña es egresado de la universidad católica en la carrera de comunicación audiovisual, llevó cursos de especialización en sonido para cine en Argentina y trabajó durante mucho tiempo como microfonista y sonidista en varias películas peruanas con renombrados directores locales.
Cristian junto al periodista Oscar Bermeo comparten la responsabilidad de la dirección del documental Prueba de Fondo. Estrenado en las salas de cine comercial el 6 de Junio de este año, Prueba de Fondo nos cuenta la historia de la famosa fondista peruana Inés Melchor, natural de Acobambilla – Huancavelica, quien ha logrado traer a nuestro país medallas y reconocimientos de todas partes del mundo.
Nos juntamos temprano en el Juanito de Barranco el mismo día en que Christian, su equipo y su familia viajaban a Huancayo para el estreno de su película. De esa conversación esta nota para lacentral.pe
¿Cómo nace este proyecto?
Oscar es mi amigo desde que estábamos en la universidad. Un día se me acerca y me dice que quiere hacer la historia de Inés Melchor. Yo le digo: Bacán, hagámoslo. Al principio el necesitaba que yo sea el sonidista de la película. En el camino y con el tiempo los demás integrantes del grupo se fueron a otros proyectos y cuando llegó la hora de grabar éramos solo Oscar y yo. Le dije: Vámonos no importa, vamos con mi cámara y empecemos, quiero conocer la historia.
El final encontré en su historia muchos valores y una identificación fuerte con mi familia. Mi viejo es de Huancayo migrante en Lima y la familia de Inés es Huancavelicana migrante en Huancayo. De alguna manera en su historia veo la historia de mi viejo dejándolo todo por progresar. Mi viejo corría otra maratón en Lima con tres hijos que sacar adelante.
Además de eso sentimos que era el momento. Inés era el record sudamericano en maratón y pocos visibilizaban lo que Inés ha hecho. En otros deportes no tenemos un deportista de esa magnitud. Hay además toda una movida con el running en nuestro país, las maratones tienen cada vez más personas y se cuentan en miles.
¿Pensaron desde el principio en un largometraje?
Decidimos grabar y seguir, conocer y ver hasta dónde podemos llegar. No siempre las historias dan para un largometraje pero encontramos mucho que contar sobre Inés y su entorno y este ecosistema de los atletas andinos. Al principio nos centramos en Inés Melchor pero en el camino encontramos a todos estos personajes que se suman a la película. Dos niñas que quieren ser como ella, un atleta retirado que gracias al atletismo llegó a ser alcalde de su comunidad, que no sabía leer ni escribir y que hoy gracias al atletismo va para la reelección. El atletismo en la sierra es un mecanismo de movilización social para sacar familias adelante.
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¿Por qué el estreno en Huancayo?
Era importante retribuirle el estreno a Huancayo.
Hemos hecho 14 viajes para grabar, creo que es importante entregarles una historia propia.
Para la distribuidora es también un experimento pero creo que era más importante llegar ahí y mostrarselo a Huancayo a los migrantes huancavelicanos, los atletas, a la familia de Inés y los demás personajes.
¿Cómo crees que lo va a recibir el público en Lima?
En Lima hay mucha migración y en las maratones hay mucho runner provinciano que nos escribe y pregunta y está atento a nuestro proyecto.
Pero el público limeño es impredecible. Yo he podido sentir que hay gente que se acerca y nos felicita y otra que mantiene su distancia.
Yo creo que el estreno va a romper con algunas hipótesis que yo tengo.
Inés, por ejemplo, es un personaje que rompe con el paradigma de deportista élite al que siempre buscan las marcas. Siempre asociamos al personaje andino con lo negativo, se le ve como un personaje secundario en la historia de nuestro país cuando en realidad es todo lo contrario.
Mi película es también un reconocimiento al protagonismo de la mujer andina. Inés ha logrado ser la mejor a pesar de toda la adversidad y a las condiciones en las que se lleva a cabo este deporte en nuestro país.
¿Cómo ha sido la experiencia de grabar este documental?
Bueno, yo más que un sonidista o director me considero un realizador audiovisual. Siempre he sido curioso y creo que saber algo de cámara, algo de sonido, algo de narración me ha ayudado a poder hacer esa película con Oscar al principio y con un equipo más grande ya cuando empezaron a llegar algunos auspicios.
Van a ver en los créditos de la película que mi nombre sale 20 veces pero no es porque yo haya tipeado los créditos (ríe) sino porque en un momento me toco hacer sonido, cámara, en otro la música, porque no habían más recursos.
¿Es esa una forma común de producir en el Perú?
Si, vas aprendiendo en el camino, vas preguntando, si hay un broder tuyo que es caña en esto lo llamas y le preguntas y solucionas. O como cuando hice la mezcla de sonido que veía algunos amigos comentar sobre sus películas, que las habían mezclado en tal o cual lugar y la mía había sido mezclada en mi cuarto.
Yo traté de gestionarme, armarme un 5.1 en mi casa, sacarle la vuelta al 5.1 del protools, grabamos con mi cámara Panasonic GH4, a veces era yo con mi cámara y mi boom, hubo mucha autogestión. Creo que en los documentales peruanos es algo común, el director hace un poco de todo y de eso se aprende un montón.
¿Cómo llegaron los premios?
Nosotros teníamos un corte de dos horas de la película antes de postular a DAFO. Nosotros teníamos ya la película hecha. Pero he aprendido que es mejor desprenderse de tu material y encargarlo a un editor y decirle tú mismo eres. Contratamos uno por cuatro meses y eso nos permitió tener ese primer corte. Con eso fuimos a DAFO y ganamos post producción y luego distribución. Luego el corte final se lo encargamos a Roberto Barba.
Lo bueno es que pudimos terminar la película rápido. Hemos terminado de editar en 8 meses y aproximadamente año y medio en el proceso de post producción.
¿Cómo han logrado hacerlo tan rápido?
Es que había plata. Pudimos acabar rápido porque teníamos la plata para desprendernos del material. La grabación del documental termina después del primer corte porque siempre faltan cosas. Eso ha sido un proceso de aproximadamente año y medio. Gracias a los premios hemos podido avanzar y contratar el equipo necesario para terminar, sino… hasta ahorita estaría editando.
¿Han tenido financiamiento privado?
Solo uno, Entel nos llevó a Río de Janeiro una semana y media a cuatro personas para grabar las olimpiadas. Es importante el financiamiento estatal pero también hay que hacer la chamba de buscar auspicios porque al final uno espera siempre una retribución económica por su trabajo. Es complicado lo de los auspicios porque muchas veces aceptan primero, todo bravazo, y al final se echan para atrás. Con cifras listas y puestas y todo, pero a la hora de la hora no se dan. Pero también han habido marcas que defrente han venido a decir “Quiero invertir” y eso fue bacán. Hemos tenido suerte para ser una película peruana y documental.
¿Cómo es la relación con las salas de cine?
Es importante que los premios del gobierno sigan y crezcan pero es importante también tener una cuota de pantalla. Nosotros sabíamos que para entrar a una sala de cine hay que pagar muchas cosas, marketing, agencia de PR, buscar especialistas en todo esto. Si tu ganas el premio de distribución es porque al gobierno le has ofrecido un plan de distribución. Ofrecimos 10 salas de cine a nivel nacional es poco pero no quisimos ser pretenciosos y luego llevarla a hacer muestras itinerantes y eso el Estado lo avala. Te dice “ok, yo te voy a premiar para que hagas eso”. Pero luego llegas a las salas de cine, ven que traes un documental y las salas te dicen que no. Ahí es donde está la paradoja.
Se invierte cada vez más en producir y distribuir películas y hay pocas salas para la cantidad de películas que se van a realizar. Por eso la cuota es importante porque así al menos puedes armar una programación y proteger las películas del Estado. No solo que las vean afuera sino también acá y no solo en Lima sino en todo el Perú. El cine es memoria, el cine es cultura, el cine es algo que se debería promover. Que la gente vaya a ver cine peruano y se vea ahí, que vean lo que se está haciendo y en lo que está invirtiendo el Estado.
Hoy es el último día para ver la película en salas de cine comercial. Sin embargo este fin de semana empieza la maratón documental de Prueba de Fondo. La película llega a diferentes ciudades Chiclayo, Trujillo, Arequipa, Cuzco, Iquitos y Piura para que todos y todas en este país puedan conocer la emocionante historia de Inés Melchor. ¡Vamos!