El feminismo se refresca

Mi hermana tiene nueve años más que yo. Cuando ella empezaba a salir con amigos por las noches en los años noventas y explorar su adolescencia yo era un niño de seis años. Difícil recordar cuántas noches pasé sin dormir hasta esperar tranquilo que mi hermana llegue a casa. Tenía miedo que le sucedería algo en un taxi, desapareciera o algo peor. Veía muchas cosas en las noticias y me preocupaba junto a mi madre que también sufría con la hora. Todos en el Perú hemos tenido esa sensación alguna vez.

Sin embargo, los tiempos han cambiado para bien y mal: es más que positivo para la civilización actual la mujer sea representada como un ser aguerrido y luchador (ya no más como sumiso y débil), pero es lamentable que al mismo tiempo los feminicidios hayan crecido en el Perú de manera alarmante.

Una gran contradicción, ¿verdad?

Al tiempo que la mujer le hace cara a la historia contra la opresión (el patriarcado para entendernos), esta sigue siendo víctima de diverso tipo de violencia: desde el asesino enfermo, hasta el jefe que llama ‘fea’ a ‘su’ secretaria por haber cometido un error.

UNA MUJER AL BORDE

Así, dándole vueltas a la redes, buscando opiniones e iniciativas sobre esta idea, caí en ‘La mujer al borde’, un espacio de Alessandra Ottazzi, una articulada comunicadora limeña de 29 años que, en un tono divertido y ácido, discute algunos temas alrededor de la femineidad  hoy de manera práctica y pedagógica.

>>¿Qué es una mujer al borde? –pregunto curioso.

Alessandra es comunicadora y tiene un master en la Universidad Autónoma de Barcelona.

>>Una mujer al borde es una mujer independiente, ‘empoderada’, segura de sí misma, que sabe que la vida está hecha para cagarla, pero también para aprender de eso mismo. Por eso vivimos al borde de la violencia, de la felicidad, del amor, de un nuevo destino, de los hombres, al borde de Lima y de todo.

>>Todo empezó como un descubrimiento personal basado en esta película de Pedro Almodóvar ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’ en la que se retratan a estos personajes histéricos y apoteósicos. Sí, es verdad, como mujeres, tenemos mucho de esto, como mujeres inteligentes, creativas, trabajadoras, independientes, buscamos todos los buenos bordes que la vida tiene. Entonces, le ha sacado la vuelta a esta idea: los bordes no son necesariamente negativos, pues nos ayudan a entender a dónde tenemos que ir como mujeres, hay que sentir miedo para saber a donde vamos en esta civilización jodida. Y así, entre viajes, risas, joda, amigos, nació ‘La mujer al borde’, un 14 de febrero del 2018.

Alessandra está en redes y usa su Instagram para entender y discutir las crisis que viven las mujeres peruanas y del mundo a esta a edad y que por diversas razones –miedo a los padres, presión de la sociedad, etc.- no pueden enfrentar. También está haciendo interesantes entrevistas y han pasado por el itinerante set, por ejemplo, la escritora Jessica Vega Puch y la cantante Gabriela Gastelumendi.

>>Nuestra generación creció con la idea ‘tú puedes hacerlo todo’ o ‘lograrás todo lo que te propones’ y nadie nos enseñó cómo lidiar con el rechazo, los complejos, los miedos. Vivimos en una protección y en una especie de burbuja que cuando se acaba el colegio o la universidad no sabemos qué hacer con la vida.

>>Y luego empezamos a pensar: no soy el mejor, necesito vivir sola, ¿por qué he estudiado esto si no me gusta?, y más aún en una sociedad limeña, tan cucufata, retrógrada y conservadora, donde las expectativas sociales son tan brutales y tradicionales que una mujer al borde de los treinta ya debería tener hijos o mínimo estar casada. A diferencia de los hombres en Lima, para las mujeres es más difícil estar en armonía con la sociedad  porque hay que luchar contra cánones que están muy metidos en la mente de la gente y eso nos afecta a todos.

>>Entonces lo que haces es un acto rebelde con el humor de un personaje: es pintarle la cara a esta Lima cucufata que no entiende que una mujer puede hacer lo que quiera con su vida sexual y no ser llamada ‘perra’ –comento. 

>>Claro. Las mujeres al borde somos curiosas, si no lo fuéramos estaríamos muy contentas con el estatus quo. ¡¿Cómo una mujer en el mundo actual puede vivir contenta con este estatus quo machista?! Yo me hice independiente fuera del Perú, y pese a que la sociedad española tiene también cosas tradicionales, yo podía salir con el pezón al aire y nadie se escandalizaba. Allá me enriquecí con muchas cosas, fui entendiendo mejor mis ideas y su vínculo con el feminismo

'La mujer al borde' replantea el feminismo en tono jocoso y fresco

>>¿Qué es el feminismo para ‘La mujer al borde’? Yo veo en tu personaje una manera muy fresca de cómo hoy se ve la mujer a sí misma, muy feminista en cierto sentido –comento.

>> Yo no entiendo el feminismo como una lucha de géneros, sino como una lucha contra lo establecido y la búsqueda de una igualdad entre mujeres y hombres. ‘La mujer al borde’ es una revaloración sobre qué es ser mujer hoy. Uno de los mayores errores del feminismo es que ha buscado ‘masculinizarse’ para poder sobrevivir en la sociedad patriarcal, ignorando que mujeres y hombres somos diferentes y eso no tiene nada de malo. No comparto ese radicalismo de odiamos a los penes o queremos matar a los hombres y tampoco esa expresión horrible que es ‘feminazi’: por un lado es peyorativa y por otro lado: ¿qué quieren las extremistas? ¿la raza aria contra lo varonil y matar a todos los penes que no calzan en nuestro objetivo?

>>El feminismo es aprender las diferencias entre hombres, mujeres, y demás géneros y convivir entre ellas. No es machista decir que la mujeres quizá somos más sensibles, intuitivas o autocríticas, o que el hombre a veces es más pragmático o lógicos por momentos. Incluso hay diferencias que están científicamente comprobadas. Lo importante: todas estas características son buenas y deberían unificarnos en vez de separarnos. Soy una feminista sí, en el sentido que creo en una igualdad: si tu novia se va de viaje con sus amigas, que el novio no se vuelva un loco celoso, que vaya, que viaje, que se descubra, viajar sola para una mujer es muy importante. A mí en Lima todavía me dicen: ¡¿Cómo vas a viajar sola?! ¡Qué te pasa! No soy huevona, amigos.

‘La mujer al borde’ se ha convertido en una especie de Cosmos o Selecciones en Instagram: muchas mujeres escriben esperando un consejo para solucionar sus vidas. Alessandra va con una propuesta fresca para interpretar lo femenino desde el interior de las mujeres, para luego poder proyectarlo en sociedad, desde la consultoría vía Instagram.

>>¿Qué es lo que más te preguntan?

>>Tema delicado. ‘La mujer al borde’ no es un personaje basado en temas estéticos o que te dice hola, buenos días, cómo están mis lindas hoy, y hoy mi día, y sonríe porque todo va estar bien, no, así no es la vida, la vida te va a golpear, te vas a caer, te va a enseñar. Me preguntan sobre temas menstruales, cómo manejar la resaca, qué anticonceptivos me recomiendas, me tiré a un chico y no me cuidé ¿debería hacerme exámenes?, cómo hago para decirle al chico que me gusta o cosas más fuertes también: me estoy cortando porque mi chico me ha dejado. Allí sí directo recomiendo centros especializados.

>>También me preguntan sobre inseguridades con el cuerpo, con amistades, hay demasiada histeria, estigma y desinformación en Lima. Hay mucho tabú en placer sexual femenino: que las mujeres no ven porno, no se tocan, no usan copa menstrual, qué roche, cómo no las venden en las farmacias, y pues así se sienten con la confianza para hablar de estas cosas porque no tienen dónde y hay cierta facilidad y encanto de decírselo a un desconocido. Conócete mujer, porque sino nunca vas a poder disfrutar.

Así pues ‘La mujer al borde’ refresca el Instagram con un personaje gracioso, real y dramático, tres interesantes adjetivos para describir a esta generación que creció en los noventas y hoy bordea los 30 y se enfrenta a los retos del mundo actual.

En Instagram están pasando cosas.

Están pasando cosas al borde.