¡Cuarón, maldito burgués!

¿En qué momento el internet se volvió la cosa insoportable que es ahora? Desde el estreno de la película Roma, dirigida por Alfonso Cuarón e interpretada por Yalitza Aparicio, las redes se han llenado de comentarios sobre el film. Las alabanzas exageradas y las críticas injustas aparecieron en cada espacio que internet brinda para la exposición de opinión.

Todo el que tenía Netflix y Facebook publicaba ideas de la película luego de verla. Tener algo que decir nos hacía ver inteligentes. Si tu comentario era positivo, eras interesante por encontrarte a tono con la sensibilidad pretenciosa de la obra autobiográfica de Cuarón. Si no, eras intelectualmente ‘bacán’ por encontrar una lectura distinta en la que eras capaz de evidenciar en Cuarón a un ricachón déspota que, cito, “romantiza la esclavitud” o “hace preciosismo de la miseria”

¡Cuarón, maldito burgués! ¡Devuelve los Globo de Oro!

En LaCentral.pe no queremos dejar pasar este hype que -aunque ya viene de bajada- retomamos luego de ver hasta donde llegaban los hinchas y los detractores de la película y de Cuarón.

La película nos gustó, nos parece que trata el tema con respeto y sin levantar un discurso que no es el suyo o que desconoce. La película, inspirada en la vida del director, cuenta la historia de Cleo una empleada del hogar que trabaja para una familia adinerada en el barrio de Roma.

IDEAS (Y SPOILERS)

Cleo habla muy poco en la película a pesar de ser el personaje principal. La importancia estructural en el funcionamiento de esa casa y esa familia no le valen para evitar el aislamiento en el que ella y su compañera de trabajo viven. Entre ellas se comunican en Mixteco, idioma que la familia no entiende. Cleo queda embarazada por su pareja y este la abandona al enterarse. Cleo asume el embarazo sola y en el parto pierde al hijo.

De todo ese dolor nos enteramos poco porque nosotros, la audiencia, somos la familia. Nos concentramos en nuestro drama y la ‘servidumbre’, a la que solo miramos a veces, nos da pena por momentos pero al rato se nos pasa, su dolor nos es ajeno.

Hablamos por ellas y le reclamamos al director lo siguiente: ¿por qué no darles más voz a esos personajes principales, tan hermosos, tan auténticos, tan merecedores de nuestra más enérgica defensa en redes? Qué salten las teclas y se parta en dos el maldito teclado, estas mujeres debieron incendiar la casa de la familia de Cuarón, pintar “¡Viva la lucha popular!” con los carbones en la puerta y soltar un monólogo en el que explica su desgracia… que nos la explique a nosotros, la familia… perdón, la audiencia.

Cleo luego salva a los hijos de la familia de morir ahogados en la playa y en el momento cumbre de la película, menos el padre ausente en casi toda la historia, la abrazan. Ella confiesa llorando que no quería que su hija naciera. Se abrazan más fuerte. Al volver Cleo sigue siendo solamente la empleada, la familia enfrenta su destrucción con más tranquilidad pero Cleo, la que les salvó la vida, sigue siendo la que les trae los jugos.

Cleo vuelve al techo donde más temprano vimos que en todas las casas coincidían las empleadas, la familia vuelve a sus dormitorios y a pasar todos los días por encima de su mierda y reclamando que las empleadas no la hayan limpiado. Porque desde la primera toma nos enteramos que la función de estas mujeres es limpiarlo todo para que la familia así guarde las apariencias.

Si nadie vio en Roma una dura crítica a su tiempo entonces quizá hemos visto otro corte. Dónde Cleo todo el tiempo celebra ser la empleada linda, eficiente y cariñosa.


FESTIVAL ZAPATISTA

La película se estrenó en el Festival de Cine Zapatista Cuxlejaltic (Caracol de Nuestra Vida). Roma inauguró el evento y se llevó varios reconocimientos. Yalitza Aparicio resaltó la importancia de exhibirla en este festival pues muchos se encuentran en esta situación de injusticia. La protagonista de Roma recibió la condecoración especial El Caracol de manos de la Capitana Insurgente Ericka quien, como el personaje interpretado por Yalitza, fue también trabajadora en un hogar mexicano.

Ha habido otras anotaciones en extensos posts dedicados al film, como la brevedad con la que se muestra el ‘halconazo’ o lo poco que se profundiza en el entrenamiento que los gringos daban a paramilitares en México… probablemente no sea de lo que trata la película de Cuarón.

En general, me apena la pobreza de la mayoría de reclamos que se la hacen a la película. Seguramente, algunos de estos críticos esperaban algo más explícito y panfletario, como si esa fuese la única y verdadera forma de hacer cine. Quizá esperaban un cine más parecido a las redes sociales dónde si no hablas de lo que yo hablo y no lo hablas como yo entonces eres mi maldito enemigo.

Nosotros también queremos películas críticas y duras con el machismo, la homofobia, el clasismo, y cuánta injusticia haya que reconocer, pero no todas las críticas ni todas las películas van a ser exactamente como las queremos y eso no la va a hacer mejor o peor obra.

Imagino que la mayoría de estos duros críticos de Cuarón celebraron Navidad a los días de estrenada la película. Abrazaron a su “Cleo”, le preguntaron su nombre y su apellido, y le dieron permiso de irse más temprano, luego de dejar todo listo para la cena, el 24 porque… ella también tiene familia, ella también es humana.