Cae el invierno sobre Berlín. A pesar de los -6 grados, salgo a buscar un sitio que vengo siguiendo años atrás y que tal vez muchos desconocen: el Ramones Museum Berlín, que no es más que un bar de punk rock donde se expone la que podría ser la colección más grande del mundo de artículos que pertenecieron a la mítica banda neoyorkina The Ramones y que todo ramonero o ramonera desearía tener.
El bar se encuentra en la calle Oberbaumstrasse 5, al pie del rio Spree y a la orilla opuesta del museo del Muro de Berlín. Al ingresar al bar, en un primer ambiente, ves una barra con souvenirs: camisetas y poleras de Los Ramones y del museo; discos de la banda y de los proyectos en solitario de sus miembros; libros, afiches, ceniceros, postales, etc. En un segundo ambiente, se encuentran las mesas del bar donde la gente bebe cerveza y que lindan con una pared llena de firmas y recuerdos de bandas de punk rock del mundo que han visitado el lugar. Entre ellas pude distinguir las firmas de CJ Ramone (segundo bajista de Los Ramones tras la partida de Dee Dee) y de Fat Mike de NOFX.
Finalmente, llego a un tercer ambiente, que es precisamente el museo de Los Ramones. La entrada al museo cuesta cinco euros (aproximadamente unos 20 soles) y con una cerveza de la casa u otra bebida, siete (alrededor de 28 soles); sin embargo, esta entrada es vitalicia, ya que te viene con una chapa del bar que te permite entrar cuantas veces quieras. Los artículos están ordenados cronológicamente desde la fundación de la banda en 1974 hasta su disolución en 1996. Dentro del mismo espacio, cada integrante de Los Ramones tiene “su esquina” en la que se pueden apreciar sus artículos personales.
Dentro de aquellos, encontramos afiches de conciertos, fotografías, artículos promocionales, discos y vinilos originales autografiados, casetes, discos de platino autografiados, artículos de los propios Ramones (como polos usados por Johnny Ramone o los míticos guantes de Joey), manuscritos de letras originales, setlists de conciertos míticos, instrumentos originales, equipos de sonido (como el amplificador de bajo de las giras de Dee Dee Ramone), etc. Es decir, todo, todo, todo lo que uno se pueda imaginar como fanático.
Quien está detrás de toda esta colección de más de 1,000 artículos es Flo Hayler, a quien pude conocer y entrevistar de pura casualidad, ya que se encontraba en el museo-bar terminando de colgar unas fotos que tenía pendiente. “Casi nunca suelo estar aquí, es más, mañana viajo fuera de Berlín por tres días”, me dice al empezar nuestra conversación. Así que, fiel estilo de Los Ramones y con dos cervezas encima, me dispuse a realizar una entrevista bastante improvisada, que le dio un giro total a esta crónica.
¿Cómo nació el museo?
Bueno, todo esto comenzó cuando me mudé a vivir con mi novia hace 13 años y me dijo: “me sacas todas estas cosas de la casa, es demasiado”, y yo pues entendí y saqué todas las cosas de la casa, las puse en cajas y le pedí a un amigo que si veía algún depósito o almacén vacío me avisara para allí guardar todo el material. Hace 13 años podías rentar almacenes vacíos a muy buen precio. Así que encontré un lugar y moví todas las cosas allí, las colgué en las paredes y a ese lugar lo llamé “el museo de Los Ramones” y aquí estoy 13 años después. Pensé que iba a durar una semana, que iba a ser una buena broma, que me iba a reír bastante y que una semana después tan solo iba a cerrar las puertas y eso iba a ser todo.
¿Cuántos años tenías cuando comenzaste a coleccionar material de Los Ramones?
He visto a los Ramones muchas veces y donde fuese que los escuchaba trataba de conseguir los afiches, el setlist, una camiseta, algún pase de backstage, el ticket del concierto, así empezó la colección. Tenía 16 la primera vez que los vi y 23 cuando por última vez nos encontramos. Los vi constantemente por seis años. Una vez que Los Ramones se retiraron, mantuve el contacto con los miembros y obtuve algunas cosas de ellos mismos, de sus novias, de sus esposas, de sus amigos, de los roadies, de la gente que solía trabajar para la banda, de Arturo Vega, quien fue el que diseñó el logo de Los Ramones, también fue de gran ayuda. Monte Melnick, el tour manager, me dio diversas cosas al inicio, así que tuve mucha ayuda.
Y hoy 13 años después has acumulado todo este arsenal histórico de la banda…
Hay tantas cosas que he ido coleccionando durante todo este recorrido que mucho de lo que puedas ver aquí tal vez no existiría si no hubiéramos fundado este museo. Muchas personas que me han traído cosas me dicen: “Quiero que esto esté en el museo de Los Ramones”, pero también es verdad que muchas veces hay cosas que me traen que ya las tengo y les digo “No, ve y empieza un museo de Los Ramones en tu ciudad”.
Eres un coleccionista empedernido.
Claro que sí. Estoy comprando todo el tiempo, los coleccionistas tenemos un “defecto psicológico” que hace que algo esté mal en nuestro cerebro, porque nunca es suficiente; yo soy uno de esos, nunca puedo estar satisfecho. Todos los días estoy buscando cosas nuevas de los Ramones.
Y en todo este tiempo, ¿cuánta gente de alrededor del mundo ha viajado hasta Berlín para conocer el museo?
Algunas veces conozco gente que me dice que siempre habían querido conocer el museo de los Ramones y les dijo que eso está genial; yo viajé muy lejos en los noventas para conocer el CBGB’s; en ese tiempo no había internet y no había vuelos baratos, así que, cuando tú querías ir a ver una banda o conocer un sitio en los noventas, tenías que ir a una agencia de viajes donde te ofrecían todos los paquetes que habían y a pesar de que probablemente escogías el más barato, seguía siendo una mierda de caro.
Y luego a buscar hotel…
Exacto, había que buscar una habitación de hotel en las propias recepciones, no había nada de booking.com, buscar un hotel barato, sin tener ninguna idea, podía significar terminar en cualquier gueto. Ir a Nueva York por primera vez e ir a CBGB’s fue realmente genial. Ahora, si la gente viene desde muy lejos, solamente para conocer el museo de Los Ramones, me gustaría decirles que no lo hagan, no vale la pena, quédense con su dinero. Tal vez un día, ya sea por trabajo o por su luna de miel viajen a Berlín, pero no compren un boleto de avión para conocer el museo de Los Ramones, no lo vale.
¿Por qué piensas eso?
Solo no quiero que la gente se decepcione. No es que todos los que vengan se van a decepcionar, pero creo que la gente piensa -en base a lo que han visto en internet- que este es un lugar increíblemente genial donde “pasan cosas” y no lo es. Somos un bar de mierda y no hay otro. Los Ramones no son lo que tú o yo o los demás fanáticos piensan que son; ellos todavía son subterráneos, no son mainstream y nosotros no somos un bar mainstream, no somos Starbucks. No va a suceder que vengas a este bar y encuentres a la gente más bacán de la ciudad y hagas muchos amigos en una noche, no somos ese lugar.
Y en ese sentido, ¿qué piensas de esas grandes compañías de ropa que utilizan el logo de Los Ramones?
Me gustan, pienso que es bueno, está genial, deberían hacerlo inclusive más, porque honestamente, yo creo que cada chico o chica que compra una camiseta de Los Ramones, eventualmente, lo va a entender y dirá: “un momento, esto no es solamente una camiseta, esto es más, esto es una banda, los buscaré y escucharé su música” y tal vez luego dirán: “Wow, realmente suenan increíble y son geniales, se ven geniales”. Yo creo que Los Ramones todavía generan un impacto que golpea con fuerza; y si un chico o una chica llega a conocerlos porque se compró una camiseta o porque su mamá o su abuela o sus amigos se la regalaron, pues genial. Al final, es como una inversión educacional.
Por último, ¿qué piensas de la canción “Nacido para morir en Berlín” (Born to die in Berlin) del disco Adiós Amigos?
Es una canción muy personal de Dee Dee Ramone. Dee Dee creció en Berlín, su mamá nació aquí, así que tenía una conexión especial con la ciudad. La canción por eso es una referencia a él mismo siendo joven en Berlín. Yo pude reunirme con él un par de veces aquí y siempre me decía que quería mudarse y volver. Es una lástima que todos se hayan muerto tan temprano. Desearía que ellos todavía estuviesen por aquí para que puedan ver todo lo que está pasando ahora, creo que se reirían, los extraño, pero estoy feliz de haber podido darles una especie de casa y un lugar donde la gente pueda recordarlos y puedan ver lo increíbles que eran y luego tomaríamos una cerveza. Simplemente Los Ramones es la banda más genial del planeta