Diazepunk en parranda Pop

’Pop’ es la quinta producción de la banda y están más vivos y rockeros que nunca

Conocí a Diazepunk en el año 2005 en un concierto en el Salón Imperial de Cailloma. Me llamaron la atención la velocidad y potencia de las baterías de Mauricio Llona y la melancolía de las letras en la voz de Carlos García en un show compartido con Asmereir y Metamorphosis llamado ‘Sudamérica punk fest’. Recuerdo este concierto con mucho cariño. En ese momento la primera referencia que se me vino a la cabeza fue Lagwagon: un punk melódico ordenado, bien tocado y emotivo a la peruana.

Pasaron años, conciertos, separaciones, otros integrantes, regresos…y luego de seis años de su último álbum homónimo, los Diazepunk vuelven al ruedo con ‘Pop’, la nueva producción de los limeños que sugiere una pregunta de conceptos: ¿puede una banda punk ser a la vez pop?

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Sin duda hay una evolución musical de estos cinco muchachos treintañeros. Se han apartado un poco de la velocidad noventera californiana, pero no han dejado el punk: han dado un giro emocionante hacia el rock sin olvidar sus raíces punk melódicas. Hay canciones que tienen una onda más lenta, más tranquila podría decirse, pero también hay guitarras más violentas, tocadas con rasgueos ‘todo para abajo’, al estilo más de ‘Teenage Bottlerocket’, a mí me gusta esa banda, me contó Takeshi cuando íbamos en una combi rumbo a un show en Los Olivos.

El disco arranca con el single ‘Somos la banda’, una advertencia en forma de teclado de lo que viene después y, en realidad,  es también una apología romanticona sobre lo divertido que puede ser tocar en una banda. Seguramente es la historia de Diazepunk, pero lo cierto es que puede ser el deseo de cualquier músico cuando decide dedicar su vida a tocar rock.

“Pasó algún tiempo y dejé de sentirme un perdedor

porque tengo a mi banda y mi banda es la mejor”

La segunda canción ‘Llegamos aquí sin la radio’ es un punto muy alto en este disco. No solo por la potencia de la letra –una crítica agria a cómo se maneja el contenido de rock peruano en la radio-, sino también porque es muy rockera desde el punteo del inicio y la batería fuerte y sostenida. Esta canción es también un homenaje a todas las bandas independientes que luchan desde sus esquinas con su música contra la tiranía económica y de contactos de la radio peruana.

“llegamos aquí sin la radio,

llegamos aquí sin la televisión,

llegamos en cada concierto

llegamos aquí caminando,

llegamos aquí en una red

llegamos aquí marginados

llegamos, nadie nos trajo”

‘Asfixia’, ‘Pensando en ti’, ‘Hoy soy peor’ y ‘Vernos otra vez’ son las canciones románticas del álbum, aunque las letras –que desde el ‘Viernes’ tienen toques literarios- logran una cierta nostalgia un poco más ‘madura’, digamos, con una siempre agradable simpleza y sinceridad. El aporte rockero y guitarrero de Gutty Makino y los bajos de amplios de Javier Landa hacen de este disco un concepto redondo y bien desarrollado.

Un párrafo aparte para el ‘El baile de los muertos’, una canción divertida, para bailarla y poguearla, de la mano de una letra ácida sobre la civilización actual. El feedback con La Mente abre una discusión interesante en lo que es la ‘fusión’ hoy en el rock peruano. Junto con ‘Aquí estamos’ y ‘Originales’ son las canciones que tienen mayor contenido social con referencia constante a la palabra ‘lucha’, y que le viene bien al nuevo o futuro fan de una banda que, con cinco álbumes, tiene mucho por descubrir en cuanto a contenido lírico y musical.

Finalmente: ‘Todo es mentira’ y ‘Súbele el volumen’, las canciones más punks del disco por velocidad y por el ¡váyanse todos a la conchadesumadre!

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¿Por qué ‘Pop’ entonces?

En la portada vemos a todos los personajes asustados por la palabra ‘Pop’. Importante recordar cómo por ahí se referían a la banda con apelativos como ‘diazepop’ o ‘chiquipunk’  de manera despectiva, por su contenido melódico y, según estos ‘críticos’, ‘eso no es punk’. Con este álbum, la banda reacciona a esa hipocresía con la que fueron tratados por muchos. Justamente eso: ¿acaso ser punk no es poner evidencia hipocresías de la sociedad? Y a veces los que se hacen llamar ‘punks’ defienden discursos conservadores y minimizan luchas importantes y vigentes como los grupos LGTB y feminismo y se convierten en una gran contradicción

Por otro lado, el punk trasciende al género musical e incluso se puede ver elementos de estos en todos lados, ya sean estéticos o de discurso, y en otros géneros y artes. Este es el gran logro del punk: trascender con todos sus límites, impactar con melodías simples y rápidas. Este álbum juega con estas ideas que hoy se expanden en el Perú (yo no he escuchado en Europa el término ‘chikipunk’ o algo así ) y generan confusión de la mano de la arrogancia con la que reprochan desde la base la existencia de una banda, con lo difícil que es ser músico en el Perú y mantenerse vigente luego de 20 años.

En resumen, Diazepunk se burla de todo. Una banda punk que hace ‘Pop’. Qué miedo.

¿Es pop? ¿es punk?

Da igual.

Lo importante es seguir haciendo rock.


Perú: el Parque Jurásico de la música

Perú: el parque jurásico de la música

En un “laboratorio” científicos encuentran la fórmula para hacer que éxitos fósiles vuelvan a la vida cada año sin considerar los riesgos de ir en contra de la evolución. Estos éxitos jurásicos empiezan a devorar todo a su paso con un hambre insaciable. Ocupan absolutamente todo espacio musical posible en su tierra dejando casi sin habitat y sin sustento a las nuevas especies musicales.

Las nuevas generaciones se ven negadas de conocer la vida como le corresponde a su tiempo y son condenadas a vivir rodeadas de dinosaurios enormes, voraces e inamovibles. Los “científicos” se enriquecen sin importar las consecuencias, los dinosaurios son engreídos y alimentados sin que nadie se preocupe por todo lo que se destruyen a su paso.

Esta tragedia termina mal en la película y en esta fantasía propuesta no puede terminar mejor.


“Life, uh, finds a way”.
Dr Ian Malcolm – Jurassic Park

Radio Oxígeno pregunta a sus seguidores a través de su página web quien debe ser elegido banda del año. La pregunta es cerrada y ofrece 5 opciones: Río, Líbido, Miki Gonzales, Amén y  Mar de Copas. Bandas con una trayectoria innegable y con una serie de pegajosos hits impuestos por los medios en nuestras cabezas y en nuestros corazones.

Río sacó un disco este año, el 33, con singles que no suenan en radio. Su último disco fue lanzado en el año 2003. Mar de Copas desde el año 2013 no saca un disco. Líbido desde el año 2016, Amén presentó “Infectado” en Octubre 2017 y Miki Gonzales un EP “Perú Ethno Beats” el mismo año. Sonar en una radio local… es una cosa de locos.

¿Cómo entonces son estas las únicas opciones para banda del año según Radio Oxígeno?

Seguramente alguien podría tener la audacia de comentar que los discos del 2017 logran tener vida y vigencia durante el año 2018 pero esta afirmación se derrumba cuando escuchamos la programación de la radio. Los temas de Miki gonzales que suenan en Oxígeno no son los de sus últimos trabajos, tampoco los de Líbido sino que son los mismos viejos temas que han venido repitiendo incansablemente.

Oxígeno se define como una radio 80, 90, 2000, pero ha tenido en su historia varios cambios de definición que dejan poco claro que es lo que la radio propone a su audiencia.

Luego de las reacciones en redes a la campaña Oxígeno cambió el título de la encuesta porque seguramente es mejor cambiar el título de la encuesta y hacerla a la medida, ajustarla para que nos permita premiar a las mismas 5 bandas, nuevamente. Quizá era mejor no hacer una encuesta y mandarles de frente un premio, arrochaban menos.

No es el único caso, hasta hace poco en radio Oasis existía el bloque “La hora de Pedro Suarez Vertiz” una hora diaria además de las apariciones esporádicas de su música durante el día. ¿Cuanto cuesta tremendo espacio publicitario en radios?

Muchísimo más de su valor en dinero. Lamentablemente no son los únicos casos de estancamiento y acaparamiento de las señales radiales que les son encargadas o alquiladas pero que pertenecen a todos los peruanos. Cuando se usan recursos del Estado hay que ser responsables con lo que se construye en el país.

El espacio que acaparan estos artistas impide al público conocer lo que los artistas de su país y su tiempo están haciendo. Impide también que talentos que se esfuerzan el doble o el triple que ellos para vivir de su arte puedan aumentar su audiencia al hacerse conocidos. Les niega la vitrina. Le niega al país una industria musical creciente y renovada, lo estanca en propuestas paleolíticas e impide incluso que estos mismos músicos que proponen en su encuesta tengan espacio para sus nuevos proyectos.

A ellos también los atrapa en el tiempo.

Mientras el mundo avanza hacia el futuro buscando renovación en las propuestas jóvenes, en el Perú, su radio y sus festivales, siguen reciclando la música que se hizo en los 80 y 90. Perú es el Parque Jurásico de la música pero ni siquiera uno como el de la película sino uno decepcionante, monótono, repetitivo y aburrido, sin nada de aventura e incapaz de comerse al mundo.

No se puede hablar de industria de la música sin renovación ni mecanismos claros de acceso, lo que hay es un monopolio que tiene décadas y que ha creado una audiencia reacia a lo nuevo y a lo distinto. El radioescucha peruano es ajeno al mundo salvo en las propuestas urbanas extranjeras que vienen en los catálogos de corporaciones como Sony o Warner y que son dueñas de lo que se transmite en las radios más importantes de nuestro país. Después nos preguntamos porque la imagen de Marca Perú es un talentoso colombiano que tiene años siendo la cara de Marca Colombia y no un peruano.

¿Quién podrá defendernos? ¿Quién podrá representarnos en el mundo? ¿Nuestros artistas más conocidos y más sonados?
¿Río? ¿Mar de Copas? ¿Líbido? ¿Amén? O ¿Miki Gonzales?


No podemos conquistar al mundo con nostalgia que el resto del mundo no siente. Esa nostalgia que nos venden a cada rato existe solo aquí adentro. La música de estos talentos no emociona a nadie que no los escuche todo el día, una y otra vez, desde su infancia.

Si alguna esperanza queda está en las nuevas propuestas, hay mucha música jóven y los músicos de siempre siguen haciendo cosas nuevas. No se trata de darle menos valor o espacio a los clásicos peruanos, su talento y creatividad es innegable. Se trata de darle igual espacio a propuestas nuevas, más jóvenes, distintas, frescas. Darle espacio al futuro en las encuestas y en la programación de las radios peruanas.

Las múltiples dimensiones de Theremyn 4

Nos juntamos en café Neira en Miraflores a raíz de su nuevo disco “Lost Moments”. José Gallo, líder de Theremyn 4, nos cuenta los detalles de esta producción y nos comenta el panorama actual de la música electrónica en el Perú.

“Lost Moments” ya se encuentra disponible en todas las plataformas digitales y en CD.

¿Qué diferencia hay entre ‘Lost moments’ con los discos anteriores?

Este álbum tiene muchas diferencias con todos los anteriores. Pero si tengo que hacer una comparación, hablaría del disco ‘The next wave’, que fue hecho bajo el concepto de ‘banda’ y compuesto junto a Jose Mendocilla y Lu Falen. Theremyn 4 era más una banda de canciones pop. Pero en ‘Lost moments’ he vuelto a componer solo, y el espectro musical, paradójicamente, es más amplio que los anteriores. Hay más cosas experimentales y personales, pero también mucho pop. Este disco es más introspectivo. 

¿Qué te permite la electrónica que no te permite el rock?

La electrónica, al menos la de hoy, te permite agarrar un poco de todo. De todos los estilos. Hacer tu propia mezcla y crear tu propia onda. Creo que hacer esto hoy es más fácil que antes.

¿Cómo logras armar un disco?

Empiezo con demos y luego les voy dando forma a las canciones hasta que logro componer unas 15. Luego elijo cuáles son las que quedan y cuáles comparten un concepto entre sí. A veces empiezo con el título de una canción, a veces con una letra que se me quedó en la cabeza, algunas otras con la melodía de un teclado o un ritmo.

¿Cómo trabajas la difusión de un disco?

Los últimos discos los he trabajado con Hypersfera, una disquera independiente que he montado yo mismo. Es decir, como muchos en el Perú, trabajo de forma independiente. Me asocio con otra gente que tiene más o menos las mismas formas de trabajo: productores, prensa, ingenieros de sonido. De hecho hay más gente involucrada en un producto de Theremyn 4 que yo mismo. En los últimos discos, salvo este último, he tratado que la mezcla la haga otra persona.

¿Siempre tienes invitados en tus discos?

Si, eso me parece clave. Porque siempre otra persona viene con una idea distinta a la tuya, le da un giro a lo que ya tienes en mente y enriquece la creatividad.

¿Dejas que tu invitado fluya solo?

En algunos casos sí, en otros yo los dirijo.

De las colaboraciones que has tenido, ¿cuál crees que ha sido la que más ha transformado tu trabajo?

En este último disco hay tres colaboraciones. Una es con Paco Holguín que ya ha participado conmigo en otros discos y siempre su influencia rockera es genial. Hay otra con Paul Marabotto que canta el tema ‘Walking with you’; a él le mandé el track y le dije “haz lo que quieras” y me lo regresó con una melodía estupenda y de ahí empezamos a lanzar ideas y quedó. Y la otra ha sido con Ana Gonzáles de Colombia que toca en el grupo Brina Quoya, a quien también mandé track y letra y luego me devolvió una idea y trabajamos juntos. Quedé muy contento.

¿Sientes que el streaming y las redes sociales han cambiado la forma en que se hace música?

Creo que es el cauce natural que han seguido las cosas. Hoy la música se difunde así y he tratado de adaptarme a ello. Es verdad, puedes llegar a más gente y muy rápido, pero los pagos que recibes no son iguales a los de antes cuando vendía un disco. Igual yo sigo haciendo discos. El CD tiene un mejor sonido que el streaming de todas maneras. Por otro lado, las redes sociales hoy es un trabajo del artista. Estoy en Instagram, Facebook, Twitter y Youtube. Sé que hay que siempre estar soltando noticias e interactuando con la gente a la que le gusta tu música. Hay que estar presente en las redes.

Ahora se hacen más singles que álbumes

Eso creo que está cambiando. Al principio cuando recién salieron los vinilos, la gente sacaba singles en discos de 45. Luego aparecieron los LP’s y los discos conceptuales. Por ejemplo, ‘Blue Monday’ de New Order fue un single, nunca estuvo en un disco y lo metieron después en un disco recopilatorio. El single siempre ha existido. Esto depende de cada artista y cómo le gusta trabajar. A mí me gusta hacer discos. Es una idea más completa de lo que quieres expresar musicalmente. Un disco es más que una canción: es un concepto. Eso me atrae mucho más que soltar un single cada seis meses, por más que no sea la tendencia.

Hay una movida de mucha gente joven organizándose alrededor de la música y la difusión cultural. ¿Qué camino crees que debe tomar ese impulso?

Justo hace poco estuve en la presentación de Giramos, una plataforma que ha sacado la gente de Cernícalo. Y creo que eso es justamente lo que faltaba, un espacio donde todos se conecten. Que hayan circuitos reales donde las bandas puedan girar y no se queden tocando solamente en Lima, Barranco, Miraflores, sino que haya una especie de circuitos para todos los gustos donde presentar tu material. Sería estupendo ir a Piura, Trujillo, Cajamarca y hacer giras de verdad donde vayas viajando de ciudad en ciudad y tocando en diferentes sitios.

¿Está pendiente el ingreso de la electrónica a los festivales de Lima?

Creo que la electrónica debe ser parte de toda la movida musical. Ahorita no lo está siendo. Festivales como Vivo x el Rock, claro, es rock no electrónica, pero en otros países la gente entiende estos grandes festivales como el Benicassim o el Lollapalooza de otra manera. Hay grupos de rock, de electrónica, djs, es una mezcla de todo. Lo último que ha hecho Veltrac con MGMT y Warpaint me parece bien encaminado. Eso me parece genial: que se integren la electrónica y el rock. La electrónica fuera de Perú está mucho más relacionada con el rock que acá.

¿Qué debemos esperar del show de este 15/12 en Dalida cafe?

Mucha experimentación, mucho piano, algo más íntimo, más calmado. Estoy muy contento con el disco y bastante entusiasmado de poder presentarlo en vivo. La idea de las presentaciones en vivo de este disco es que todas sean dispares entre sí. El show va a ser algo distinto, con algunos temas de otros discos, un show bastante variado.

Datos:

El sábado 15 de diciembre a las 10pm Theremyn 4 presenta su disco ‘Lost moments’ en Dálida. La entrada es libre.

Evento en Facebook: https://www.facebook.com/events/1363312833811585/

Puedes escuchar ‘Lost moments’ aquí: https://spoti.fi/2Qn9fK6

Lucybell: 20 años de ‘Rojo eterno’

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En 1997, Lucybell ya recibía elogios de propios y extraños con Viajar, un álbum que marcaba un crecimiento notorio frente a su disco debut, Peces. Con sencillos exitosos, una propuesta musical estimulante, y una fanaticada en crecimiento, la expectativa por el tercer disco fue grande. Tras su lanzamiento a fines de 1998, la recepción de aquel disco de portada roja y un par de pequeños aeroplanos en la esquina inferior fue sorpresiva y, al mismo tiempo, significó un parteaguas: mientras algunos fans no encontraban canciones ‘con gancho’, otros celebraban el riesgo musical que tomó la banda.

Este álbum representó el fin de Lucybell como cuarteto, pues tras su lanzamiento se produjo la salida de Marcelo Muñoz y Gabriel Vigliensoni, a raíz de rencillas personales que fueron insalvables. Este y otros detalles ayudaron a nutrir la noción de que el ‘disco rojo’ fue el más complicado de realizar.

Dos décadas después, la banda de Claudio Valenzuela, Eduardo Caces y Cote Foncea vuelve a Lima para tocarlo en su totalidad. Esta es la conversación que tuvimos con el power trío chileno, a pocas horas de teñirnos de rojo para celebrar las dos décadas de su estupendo disco de portada roja.

¿Qué les gusta tanto de nuestra ciudad que nunca dejan de visitarnos?

Claudio Valenzuela: [Ríe] Se dan varios factores: el más importante es que a la gente gusta mucho de la banda y tienen ganas de ver a Lucybell tocando en Perú.

Eduardo Caces: La cercanía también. Perú se ha vuelto un lugar obligado de gira, ya sea yendo hacia el norte o volviendo para ir al sur, es muy potente. En los últimos años no ha habido ninguna gira en donde no hayamos visitado Lima. Tenemos ganas de tocar en otras ciudades, sin ninguna duda, es un misterio lo que pasa alrededor de Lima, pero queremos ir. Lima siempre ha sido un lugar con muy buena acogida.

Esta vez llegan para celebrar los 20 años del llamado ‘disco rojo’. ¿Qué representa este álbum para la banda?

Cote Foncea: Es disco disruptivo, intenso y emocional para su época. Chile es un país pequeño donde los músicos tienen un contacto permanente pese a la diferencia de estilos. En esa época nosotros estábamos grabando con Dracma -otro proyecto- y de pronto se fueron dando estos lazos y vínculos en conciertos y salas de ensayo. Lo que hicieron Claudio, Marcelo, Francisco y Gabriel fue juntar estas máquinas portátiles, unirlas, conectarlas de una forma y crear un formato de grabación que hasta el momento no había existido. Esa era la gran apuesta de ellos.

Además, la tensión de generar un disco sobre la marcha fue difícil de llevar.  Fue muy intenso, y eso se refleja en el album: una carga emocional de diez canciones súper densas que quedaron bien reflejadas en ese tiempo. Fue un cambio para mí. En ese tiempo Lucybell era una banda que tenía sólidos hits en una época muy histérica para Chile, la postdictadura. Creo que por eso toda esa energía se condensó en nuestro arte y en el de muchas otras bandas.

CV: Nacieron muy buenas producciones en esa época, también.

CF: Sí, las compañías de discos aportaban lo que debían para generar el contenido y dar la plataforma financiera para que las bandas pudieran lograr de la mejor forma sacar un disco. Con Lucybell se hizo. Fue una apuesta súper fuerte en esos años.

En el Perú durante esos años no se contaba con tanta información con lo que sucedía musicalmente en otros países. Se decía que el ‘disco rojo’ era un denso, tenso, muy ‘cerebral’, y que fue un disco que causó muchos conflictos. ¿Se puede traducir eso de estas canciones?

CV: Partir de cero para hacer una producción es una decisión difícil que representó un gran riesgo. Alquilamos un salón para instalar un estudio donde nos pusimos a trabajar sin tener ninguna idea previa: todo lo que teníamos que trabajar tenía que ser creado en ese lugar. Fueron muchas las presiones que nos pusimos de forma personal y artística. Y no es simple estar predispuesto a hacerlo de esa manera. Eso fue creando un proceso en el que era muy difícil que una idea se pudiera desarrollar, que pudiera ir más allá de lo que conocíamos. Cada día muchas ideas nacían y se mataban, se guardaban o desaparecían. Las que quedaron fueron las que están dentro del disco. Al final de los tres meses nos dimos cuenta de que realmente teníamos seis o siete canciones… con suerte. Necesitábamos tener un disco, y teníamos que ir a mezclar a Argentina. Por eso fue un proceso tenso, de mucha presión y creo que fue la razón por la cual el disco tiene esa energía, esa fuerza. Como lo he dicho todo el tiempo, no me arrepiento de haberlo hecho. No sé si lo volvería a hacer. Creo que en los tiempos que corren sería muy diferente.

También es importante lo que dice Cote. Producíamos con tres máquinas que por lo general funcionaban bien, pero, al final, todo eso era un experimento, entonces a veces no funcionaba tan bien. Muchos factores jugaron un rol en el medio de todo lo que iba pasando para producir tensión y presión. Pero tampoco teníamos un concepto musical predispuesto de lo queríamos hacer, qué estilo queríamos crear. Solo sabíamos eso: teníamos que desarrollar las ideas que íbamos creando en el lugar. Ahí está el resultado. Insisto: hubiera sido imposible hacer este disco de otra manera.

EC: Es un disco valiente. Hace veinte años cuando yo lo escuché, ya conocía el disco ‘Viajar’ y empezamos a tener una relación cercana. Extrañamente, en esa fecha previa confabulación al disco rojo, me junté mucho con ellos, los veía, los iba a ver a conciertos, hubo cercanía, éramos amigos. Me llamó la atención. La lógica del tercer disco podría haber sido de un greatest hits, pero fue una apuesta muy potente: El primer sencillo es’Flotar es caer’, un tema de siete minutos, con una cifra que no era cuatro cuartos. Había varios ingredientes dentro de esta apuesta que me pareció muy valiente. Creo que de alguna forma es parte del ADN de Lucybell. Hacer girar esa perilla hacia algo que es “normal” pero al mismo tiempo forzarla un poco más para que ocurra el acto artístico. Creo que esas diez canciones cumplen ese objetivo y para la gente no pasó desapercibido. Sí creo que podemos coincidir que fue una apuesta potente a un ‘Viajar’, a un ‘Carnaval’, a un ‘Vete’, canciones que estaban dentro del pop-rock. Acá empujaron el disco en ese momento, lo empujaron tanto que se fueron a un barranco… pero significó un trabajo artístico muy potente, y que nos lleva hoy a celebrarlo.

Ustedes tres como banda tienen más tiempo e incluso más discos que ese Lucybell original que concluye con el disco rojo. ¿Qué les ha significado toda esta etapa como banda?

CV: Los músicos debemos ir en una evolución constante, si seguimos cantando la misma canción… la gente lo nota, la gente lo sabe muy bien. Especialmente en estos tiempos donde la oferta musical es una locura. No sé si uno puede saber cuántas canciones por día salen en Spotify o en alguna otra red. Hay mucha información y muchas ganas de escuchar música, y uno tiene que ir sorprendiéndose para también sorprender a la gente. Eso tiene que ver con evolución, con decir que tu música sea una verdad, algo que sea transparente con lo que tú sientes y que representa lo que eres en el momento que hiciste la canción.

Evento: Lucybell Veinte Años Rojo

Fecha: Jueves 29 de noviembre – 10 P.M.

Lugar: Discoteca Vent1 (Petit Thouars 2161, Lince)

Escena a la norteña

Hace poco viajé a Trujillo para presentarme con mi banda Diazepunk luego de ocho años. En nuestro concierto se presentaron Mr Pucho, Sour y Verano del 83 de Trujillo; Andariel de Chimbote y Las Ratapunks de Cajamarca, y desde Lima Riviere. Entrevisté a tres de las bandas con las que compartimos escenario esa noche para entender un poco cómo se mueve la escena independiente en el norte del Perú. 

Sour - Trujillo
Sour – Trujillo

Cuatro mujeres punks

Las Ratapunks - Cajamarca
Las Ratapunks de Cajamarca con Jahizuno.

Las Ratapunks son una banda punk de Cajamarca conformada por cuatro chicas. Para el concierto en que nos juntamos en Trujillo cantó Irma, la baterista, que en algún momento en los inicios de la banda fue vocalista. La batería la tocó Jahizuno, de la banda Yo estuve en Japón, siendo el primer integrante masculino en participar en el cuarteto. Irma reemplazó a YK (Yeka), la vocalista oficial que, trabajando en Arequipa, no tenía cómo escaparse para llegar a la tocada. Wendy en el bajo y Kiara en la guitarra fueron las únicas que no cambiaron su lugar en el escenario esa noche. El cambio no fue notificado a la producción por temor a perder la oportunidad de participar en el concierto. A pesar del desorden en la formación, el show mantuvo la esencia, la fuerza y el carisma que esperábamos quienes conocimos a la banda por los videos de Sawá sesiones en youtube.

Las Ratapunks son cuatro chicas que se conocieron en los conciertos de la escena punk de Cajamarca. Un día, sin mayor experiencia musical que unas cuantas notas, cogen guitarras para subir a un escenario y sueltan su rollo en público. Es curioso: las chicas admiten haber aprendido a tocar en el escenario y, cuatro años después de su fundación oficial, no se reconocen aún como músicos. Su propuesta es subirse al escenario y soltar en una canción todo lo que les provoque expulsar: “Quien tenga ganas de tocar y decir lo que le viene en gana debería mandarse y decirlo” sugiere Kiara, guitarrista de la banda.

Ser mujeres puso mucha atención en ellas y eso tiene pros y contras. Si bien les ha abierto las puertas de la escena y las hace reconocibles y distintas en una escena mayormente poblada por bandas de hombres, les ha conseguido un número importante de ‘haters’ atentos a cada error que cometen y dispuestos a usar esos errores como argumentos para que no se les conceda escenario. En un país tan machista como el nuestro, sostener un show tan potente en el escenario es, por definición, un acto de rebeldía.

Sin embargo, no se definen como una banda “feminista”.  Las Ratapunks consideran vigente el discurso feminista y se sienten cercanas a él, pero se les hace pesada la etiqueta. “Más que la etiqueta de feminismo, comprendemos la situación desigual de la mujer en la sociedad. Es evidente, habría que estar ciego para no verlo. Pero con la movida hay ciertos puntos en los que nos cuesta coincidir”, comenta la guitarrista.

Como muchas bandas independientes del país, ellas mismas autogestionan sus conciertos y venden copias sencillas de sus discos en ferias y así sostienen su propuesta, aunque esto les limita el acceso a grabaciones profesionales o impresiones de mejor calidad. ¿Y si algún día sus canciones suenan en la radio?, pregunto curioso, ¿qué harían? Y ellas responden sorprendidas: ¡¡Qué valientes!! Y eso porque su propuesta no está dirigida aún a ese tipo de masificación. A pesar de sus limitaciones musicales y la poca fe que parecen tenerse, Las Ratapunks es probablemente la banda femenina de punk con más potencial en el país. No dudo que con el tiempo y la constancia, puliendo y redondeando su propuesta, podrían llegar lejos. Habrá que verlas en unos años.

Dreampop trujillano

Verano del 83 - Trujillo
Verano del 83 te hace sentir bien, su presentación calma la ansiedad del común de presentaciones de rock

Verano del 83 es una banda particular no solo por sus seis integrantes sino por la cantidad de recursos musicales en el escenario: distintos teclados profesionales y de juguete;  y un ukelele, guitarras, bajo y batería. 

Conversé también con Hanny (voz y guitarra), Alison (teclado) y Christy (bajo) 

¿Cuál es su género? Hanny (voz y guitarra) define a Verano del 83 como una banda de ‘Dreampop adolescente’ y creo que el título define bien lo que proyecta su música. Verano del 83 te hace sentir bien, su presentación calma la ansiedad del común de presentaciones de rock, su música genera un ambiente nostálgico con sonidos que recuerdan a los 80 y sus letras hablan de quererse y ser amigos. Verano del 83 es una banda que, sin miedo, pone de nuevo en valor la ternura abandonada por los estereotipos rockeros.

La banda ensaya mínimo una vez por semana y se esfuerzan en tener una presentación cada fin de semana. “La escena no está muerta si no la dejan morir”, responde Hanny a la sensación de frustración y decepción que muestran algunos músicos al hablar de la crisis por la que pasa la escena trujillana, donde es normal que los locales cancelen fechas sin mayor aviso.

Como en todo el Perú, las bandas que se mantienen haciendo música son la vanguardia y la resistencia a la poca y esporádica atención del Estado y el desinterés de los medios de comunicación por las apuestas locales. Los Verano del 83 resisten a esta tendencia y promueven conciertos, discos, videos, canciones, y demás productos culturales. La banda ha firmado con el sello Emma’s House Records de México y ha llevado sus canciones por México, Argentina, Rusia y Japón entre otros países.

Micky Bendezú fundador, manager y productor de la banda, con quien no pudimos coincidir para la entrevista, fue mencionado varias veces por sus compañeras. Todos reconocen que su gestión permite a la banda tener un lugar en medio de las limitaciones de una escena como la trujillana. Los equipos de sonido que ha ido comprando facilitan a la banda no solo armar conciertos con rapidez, si no también involucrarse en otros eventos y fortalecer relaciones con otros productores, incluso de otros géneros musicales tan distantes como el ‘grindcore’.

Esto es importante: en una escena como la de Trujillo es necesaria la unidad y superar las insostenibles distancias impuestas por la tradición y los géneros musicales para congregar a un público acostumbrado a los festivales gratuitos de cervecerías y empresas de telefonía o a las bandas de covers que llenan los bares de la ciudad.

Además, y no por eso menos importante, el público de estos conciertos aporta con su presencia y es positivo dejar de lado prejuicios y escuchar todas las propuestas de la ciudad: newmetal, punk, grindcore o dreampop adolescente. El espectador se reconoce en ellas y en ellas a su escena. “El hecho de hacer conciertos y mezclar todo ha hecho que nos unamos más, como bandas, como escena acá en Trujillo”, comenta Christi.

Las salas de ensayo son el punto de encuentro para las bandas de Trujillo. Allí se aprende a tocar y a gestionar. Se pasan horas en la sala no solo ensayando sino conversando con otras bandas, compartiendo tiempo y también algunas cervezas, pero “nunca tan destroy” aclara Alisón.

El video de Amigo publicado el año pasado les abrió muchas puertas. Llamó la atención de la Alianza Francesa y luego de la municipalidad y empezaron a llamarlos para sus eventos. El público empezó a pedir el tema y cantarlo en las presentaciones en vivo y eso ha servido como aliciente para seguir en esta difícil aventura. Verano del 83 se toma en serio esto de la música, es mucho lo que sacrifican para poder mantener viva la banda, entre ensayos, presentaciones, la familia, el trabajo y los estudios casi no quedan horas siquiera para dormir, de ahí seguro que sean una banda tan disciplinada y capaz de atreverse a soñar con el mundo: cualquier otro objetivo sería mezquino con su esfuerzo y las bondades de su propuesta.

La situación de Mr. Pucho

Mr Pucho - Trujillo
Mr Pucho viene de los conciertos “de la escena” pero ha logrado abrirse las puertas de festivales con bandas de Lima y financiados por empresas grandes de cerveza y telefonía.

Casi saliendo para el aeropuerto pude sentarme un momento a conversar con Kri (guitarra) y Pancho (voz) de la banda trujillana Mr. PuchoLa banda viene de los conciertos “de la escena” pero ha logrado abrirse las puertas de festivales con bandas de Lima y financiados por empresas grandes de cerveza y telefonía. La estrategia se la deben a su manager, Sharon, quien además de vestirlos y uniformarlos para destacar de las demás bandas, les propuso tocar gratis en todos lados donde se les llame durante un año. “Donde levantes una piedra ahí debe estar Mr. Pucho”, comenta Pancho para describir la estrategia.

Una vez que la banda y sus canciones se hicieron un poco conocidas empezaron a buscar espacios donde se reconozca económicamente su trabajo como músicos. Así llegan a los festivales con canciones que se mueven entre el reggae, el ska y el punk. Son una de las bandas independientes más reconocibles de la escena trujillana y eso se debe a muchos años de esfuerzo, ensayo y trabajo.

Mr. Pucho reconoce también la crisis de espacios para conciertos: “Antes teníamos Chasca, Bohemios, locales donde diversos promotores hacían conciertos cada fin de semana y se oxigenaba la escena”. Lo que falta es difusión. La noche del concierto una cervecería hacía el Oktoberfest y la legendaria banda trujillana Extraño Deseo celebraba 25 años. Es decir, oferta hay, pero: ¿cómo amplificar la difusión? ¿Cómo aumentar la demanda? Nadie consume lo que no conoce. Como escena, ese es el próximo paso, y para darlo de manera efectiva necesitan trabajar en conjunto bandas y público, construir complicidad para crear los medios que no hay, y así amplificar la voz y las fuerzas. Un ejemplo son las Sawá sesiones que tanto han hecho por la difusión de la música en Cajamarca.

Los Mr. Pucho aspiran a la internacionalización y trabajan con ese norte. No son una banda a la deriva, se piensan, se entienden, se construyen y dejan cimientos a su paso. Hay que estar atentos a los Mr. Pucho que vienen siempre con cosas interesantes como el videoclip de Why? you know,  una grabación de 24 horas encargada a los chicos de Pasaje 18.

Andariel - Chimbote
Andariel – Chimbote

Regresé a Lima contento de encontrarme en Trujillo con distintas bandas y propuestas que dejan la sensación de que en las escenas de Cajamarca, Chiclayo y Chimbote abunda el talento y el entusiasmo, pero queda claro que esa energía necesita de espacios y articulación para seguir avanzando.

El norte no espera, el norte propone y actúa.
Estemos atentos.

Amor y resistencia

Han pasado casi diez años desde que SuicidaS decidió asumir toda la influencia que les dio haber surgido en El Agustino. La mezcla del sonido sucio de la mano de las líricas urbanas del punk rock con la cumbia y ritmos andinos dio como resultado a La Nueva Invasión. De ser un power trío, se convirtieron en un grupo de “ocho tipos que le ponen puro corazón”.

Las canciones de este último disco son, copiando el slogan de Barrio Calavera, “alegres y rebeldes”. Rebeldes porque asumen una posición crítica, actitud que hoy muchos seguidores de bandas locales evitan: sus letras rechazan racismo y corrupción que nacen de los distintos grupos de poder. Pero también son románticos: se rehusan a la represión que se ejerce hoy en nuestra sociedad a la libertad de amar y ese es el mensaje principal del disco. Esto queda establecido desde el primer tema del álbum titulado “Yo te quiero así”.

La propuesta de La nueva invasión en este disco muestra la evolución musical de la banda, no desde la ejecución sino desde la absorción de diversos estilos que convergen juntos en los once temas que conforman Amor y Resistencia. Ya no son solo un grupo de cumbia y definirlos como fusión sería simplificar su propuesta. Tal como el origen de sus integrantes, este disco es una mixtura de sonidos que van desde la cumbia villera pasando por el raggamufin hasta una especie de balada tropical: desde el concepto que uno puede tener de las bandas “fusión” locales este disco propone pasajes que son un respiro frente a la saturación de propuestas “toneras”.

Uno de los temas claves es El regreso, una chicha que te remite a Los Shapis y que automáticamente te invita a abrir una chela y corear a voz en cuello y -tal como lo dice el nombre- cantarle al amor, al amor de pareja, al amor en familia, al amor por lo nuestro: al amor que radica en luchar por lo que queremos.

Cada persona tiene una experiencia distinta con la música, por lo que es interesante ver cómo cada seguidor de la banda se identifica de manera diferente con la banda y con lo que cada uno aporta desde sus experiencias personales. Amor y Resistencia es así un ejercicio musical para disfrutar de La Nueva Invasión desde la sencillez lírica y la mixtura de sonidos peruanos.