Las ‘drag queens’ están de moda

Pose

Las ‘drag queens’ están de moda. La serie de LogoTv ‘Ru Paul´s drag race’, con nueve años al aire y conducida por la leyenda Ru Paul, es probablemente el responsable principal de llevar esta subcultura al ‘mainstream’ y de hacer famosa a cuanta ‘drag queen’ enamora a la audiencia de su show.

La historia del dragqueenismo, sin embargo, no es corta ni gozó siempre del reconocimiento, glamour, ni la atención que hoy recibe. Y en ese vacío se sustenta ‘Pose’, una serie que nos cuenta los inicios de esta subcultura, los dramas y los titánicos esfuerzos de la comunidad gay, ‘queer’ y trans por alcanzar la felicidad en Nueva York de los años ochenta.

Pose

Estados Unidos en esa década no ofrecía muchas opciones de futuro a los miembros de la comunidad LGTBI. Vistos como freaks, bichos raros para satisfacer a pervertidos y curiosos, y rechazados por sus familiares, los chicos de la comunidad se organizaban en ‘houses’ que eran dirigidas por una ‘madre’ que se encargaba de poner las reglas de organización para proveerles lo necesario para sobrevivir. Las ‘houses’ competían en elegantes ‘balls’, bailes y desfiles temáticos en el mundo underground de Nueva York donde se jugaban el prestigio y la economía.

‘Pose’ es un drama hermoso y bien contado. Nos ubica en el dolor de sus personajes al enfrentarse a la discriminación dentro y fuera de la comunidad, al ver cómo sus sueños se derrumban y cómo su entusiasmo se convierte en frustración. ‘Pose’ nos muestra lo valientes y persistentes que fueron quienes dieron inicio a toda esta movida en tiempos donde eran considerados anormales.

Nos interpela mientras nos entretiene para entender a un mundo, lamentablemente, aún intolerante.

Ficha:
Pose, de Steven Canals, Brad Falchuk, Ryan Murphy
Con Evan Peters, Mj Rodriguez, Dominique Jackson
Drama, 1 temporada 8 episodios.
U.S.A. 2018.

Alemania después de Berlín

La historia de Alemania puede ser lejana para la realidad que vivimos hoy en el Perú. Sin embargo, hoy en Europa las extremas derechas se abren paso en contra inmigrantes y en Brasil acaba de ganar la presidencia Jair Bolsonaro, un extremista y antidemocrático del estilo Trump y Erdogan. Entonces: ¿Por qué ver una serie política es muy importantes en estos tiempos?

Weissensee transcurre en Berlín del Este en la década de 1980. Con la guerra fría a cuestas y la Stasi consumiendo todas las libertades ciudadanas que hoy parecen normales, la serie profundiza en las heridas de una dictadura recalcitrante donde la libertad de expresión, artística o sexual, son castigadas con cárcel y muerte. La serie enfrenta a las familias Kupfer (comunistas creyentes y funcionarios de la Stasi) y Hausmann (artistas y reaccionarios) en un drama político con componentes amorosos y familiares con el telón de fondo de una Alemania dividida.

La serie parte cuando Martin Kupfer (Florian Lucas) se enamora de Julia Hausmann (Hannah Herzsprung), hija de la cantante reaccionaria al régimen Dunja Hausmman (Katrin Sass), que se opone a la relación por las posibles consecuencias que podría tener con la Stasi y con el régimen.

¿Cuán lejana es la realidad del mundo a la de Alemania en 1980? Hoy el país de Merkel es la tercera potencia económica mundial y solo pasaron treinta años para la reconstrucción y unificación del país. Pero no es que este país europeo viva una tranquila situación política: aún en las calles puedes ver pintas nazis en algunas ciudades (en Münich yo vi algunas por el año 2013) y hace poco en Chemnitz  nazis han salido a protestar en contra de los inmigrantes con amenazas de muerte a todo aquel que es extranjero. Los extremismos hoy hay que entenderlos en clave histórica para poder combatirlos.

¿De qué sirven las series políticas entonces?

Para, a través del entretenimiento y el cine, entender mejor dónde estamos parados en términos de libertad y democracia para que esta no sea arrebatada.

DARK: filosofía y ciencia ficción

Imagínate una montaña en el invierno alemán. Imagínate que cavas una cueva profunda y con los años la vas haciendo más profunda. Sin embargo, los años pasan y no logras encontrar el fondo, y te desesperas en el laberinto de la oscuridad que tú mismo has construido. Hasta que mueres. Esa es la sensación que deja DARK, serie alemana de Netflix protagonizada por los expertos y reconocidos actores Anatole Taubman y Louis Hoffman.

Borges escribió mucho sobre el tiempo en clave literaria. Y, junto a Einstein, seguramente es de los intelectuales que con más profundidad pudo entender esta cosa extraña a la que llamamos tiempo. La serie transcurre en los años 1953, 1986 y 2019. Son tres bloques de tiempo en el que los personajes, con pasado y futuro, viven en este pueblo alemán llamado Vinden y cuyas historias se cruzan a través esta gran cueva que te permite viajar al pasado y al futuro. Y una noche, desaparece Mikkel en el bosque.

Wo ist Mikkel? (Dónde está Mikkel?)

El trasfondo filosófico hace que esta serie sea mucho más que ciencia ficción. Si leemos un cuento de Borges, las ruinas circulares, por ejemplo, tenemos la sensación de haber estado el leyendo el cuento por años, dando vueltas sin saber cuál es nuestra referencia respecto del tiempo. DARK tiene mucho de esto de la mano de diálogos claros y rápidos, un arte impecable, una gran idea detrás que sostiene las historias –Eine Reise durch die Zeit //un viaje a través del tiempo- y que nos mantiene colgados y confundidos en este mundo en el que el tiempo deja de ser lineal para transformarse en circular.

DARK es una serie para ver concentrado y sin distracciones.

La pregunta no es dónde. La pregunta es cuándo.

Die Frage ist nicht wo, dir Frage ist wann.