’Pop’ es la quinta producción de la banda y están más vivos y rockeros que nunca
Conocí a Diazepunk en el año 2005 en un concierto en el Salón Imperial de Cailloma. Me llamaron la atención la velocidad y potencia de las baterías de Mauricio Llona y la melancolía de las letras en la voz de Carlos García en un show compartido con Asmereir y Metamorphosis llamado ‘Sudamérica punk fest’. Recuerdo este concierto con mucho cariño. En ese momento la primera referencia que se me vino a la cabeza fue Lagwagon: un punk melódico ordenado, bien tocado y emotivo a la peruana.
Pasaron años, conciertos, separaciones, otros integrantes, regresos…y luego de seis años de su último álbum homónimo, los Diazepunk vuelven al ruedo con ‘Pop’, la nueva producción de los limeños que sugiere una pregunta de conceptos: ¿puede una banda punk ser a la vez pop?
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Sin duda hay una evolución musical de estos cinco muchachos treintañeros. Se han apartado un poco de la velocidad noventera californiana, pero no han dejado el punk: han dado un giro emocionante hacia el rock sin olvidar sus raíces punk melódicas. Hay canciones que tienen una onda más lenta, más tranquila podría decirse, pero también hay guitarras más violentas, tocadas con rasgueos ‘todo para abajo’, al estilo más de ‘Teenage Bottlerocket’, a mí me gusta esa banda, me contó Takeshi cuando íbamos en una combi rumbo a un show en Los Olivos.
El disco arranca con el single ‘Somos la banda’, una advertencia en forma de teclado de lo que viene después y, en realidad, es también una apología romanticona sobre lo divertido que puede ser tocar en una banda. Seguramente es la historia de Diazepunk, pero lo cierto es que puede ser el deseo de cualquier músico cuando decide dedicar su vida a tocar rock.
“Pasó algún tiempo y dejé de sentirme un perdedor
porque tengo a mi banda y mi banda es la mejor”
La segunda canción ‘Llegamos aquí sin la radio’ es un punto muy alto en este disco. No solo por la potencia de la letra –una crítica agria a cómo se maneja el contenido de rock peruano en la radio-, sino también porque es muy rockera desde el punteo del inicio y la batería fuerte y sostenida. Esta canción es también un homenaje a todas las bandas independientes que luchan desde sus esquinas con su música contra la tiranía económica y de contactos de la radio peruana.
«llegamos aquí sin la radio,
llegamos aquí sin la televisión,
llegamos en cada concierto
llegamos aquí caminando,
llegamos aquí en una red
llegamos aquí marginados
llegamos, nadie nos trajo”
‘Asfixia’, ‘Pensando en ti’, ‘Hoy soy peor’ y ‘Vernos otra vez’ son las canciones románticas del álbum, aunque las letras –que desde el ‘Viernes’ tienen toques literarios- logran una cierta nostalgia un poco más ‘madura’, digamos, con una siempre agradable simpleza y sinceridad. El aporte rockero y guitarrero de Gutty Makino y los bajos de amplios de Javier Landa hacen de este disco un concepto redondo y bien desarrollado.
Un párrafo aparte para el ‘El baile de los muertos’, una canción divertida, para bailarla y poguearla, de la mano de una letra ácida sobre la civilización actual. El feedback con La Mente abre una discusión interesante en lo que es la ‘fusión’ hoy en el rock peruano. Junto con ‘Aquí estamos’ y ‘Originales’ son las canciones que tienen mayor contenido social con referencia constante a la palabra ‘lucha’, y que le viene bien al nuevo o futuro fan de una banda que, con cinco álbumes, tiene mucho por descubrir en cuanto a contenido lírico y musical.
Finalmente: ‘Todo es mentira’ y ‘Súbele el volumen’, las canciones más punks del disco por velocidad y por el ¡váyanse todos a la conchadesumadre!
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¿Por qué ‘Pop’ entonces?
En la portada vemos a todos los personajes asustados por la palabra ‘Pop’. Importante recordar cómo por ahí se referían a la banda con apelativos como ‘diazepop’ o ‘chiquipunk’ de manera despectiva, por su contenido melódico y, según estos ‘críticos’, ‘eso no es punk’. Con este álbum, la banda reacciona a esa hipocresía con la que fueron tratados por muchos. Justamente eso: ¿acaso ser punk no es poner evidencia hipocresías de la sociedad? Y a veces los que se hacen llamar ‘punks’ defienden discursos conservadores y minimizan luchas importantes y vigentes como los grupos LGTB y feminismo y se convierten en una gran contradicción
Por otro lado, el punk trasciende al género musical e incluso se puede ver elementos de estos en todos lados, ya sean estéticos o de discurso, y en otros géneros y artes. Este es el gran logro del punk: trascender con todos sus límites, impactar con melodías simples y rápidas. Este álbum juega con estas ideas que hoy se expanden en el Perú (yo no he escuchado en Europa el término ‘chikipunk’ o algo así ) y generan confusión de la mano de la arrogancia con la que reprochan desde la base la existencia de una banda, con lo difícil que es ser músico en el Perú y mantenerse vigente luego de 20 años.
En resumen, Diazepunk se burla de todo. Una banda punk que hace ‘Pop’. Qué miedo.
¿Es pop? ¿es punk?
Da igual.
Lo importante es seguir haciendo rock.